LA CIENCIA Y SU MÉTODO
Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx
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1. Introducción
La ciencia es
teoría y es método. Como teoría implica un sistema de conceptos, definiciones y
leyes que expresan lógicamente a la esencia de los procesos materiales. Como método
implica el procedimiento lógico que utiliza para descubrir la esencia que está
oculta detrás de la apariencia sensible que se percibe.
El desconocimiento
de la dialéctica de la apariencia y la esencia induce a confusiones graves como
el identificar opiniones del sentido común como si fueran verdades. Esto es muy
delicado, ya que opiniones o puntos de vista son muchos y son inherentes al
sujeto cognoscente; en este sentido, existen multitud de opiniones en correspondencia
con el número de individuos, pero la verdad es una, porque la esencia es una en
cada esfera de la realidad material. La esencia es lo universal y lo universal
como su nombre lo indica es lo uno en lo múltiple de los objetos singulares.
Como la
ciencia no estudia la multitud de los objetos singulares, dada su naturaleza
cambiante, tiene que buscar lo relativamente constante en el movimiento, como
son las leyes que rigen la variabilidad de los objetos materiales. La ley no es
más que la unidad de lo constante y la variabilidad de los fenómenos
materiales. Así pues, las leyes constituyen la “médula” de la parte teórica de
las ciencias para explicar racionalmente el mundo material.
A la par con
la teoría, la ciencia tiene que tener su método, el cual está condicionado por el movimiento material del objeto de estudio. Si se habla del
método científico general, tiene que ser común para todas las ciencias:
naturales y sociales. En general consiste en moverse de lo concreto sensible y
por abstracción descubrir la esencia más general que transformada en
pensamiento se convierte en verdad abstracta. Esta al ser muy general, es
unilateral e insuficiente para caracterizar al objeto de estudio, por lo que
tiene que moverse o transformarse en verdad concreta, la cual es resultado de
una serie de abstracciones sucesivas con el objetivo de apropiarse intelectualmente
del objeto sensible en su totalidad. Es decir, el método consiste esencialmente
en el movimiento de lo concreto sensible a lo abstracto y de éste a lo concreto
del pensamiento. Así pues, también el conocimiento se mueve cíclicamente, pero
el retorno al punto de partida, no es propiamente a lo concreto sensible, sino
a lo concreto del pensamiento, para comprender lógicamente al objeto de estudio
en su totalidad concreta.
2. Fundamentación teórica
La fundamentación
teórica de la ciencia es la dialéctica de la apariencia y la esencia, puesto
que es la contradicción entre ambos aspectos de los objetos materiales los que
mueven al conocimiento científico. La falta de coincidencia entre la apariencia
y la esencia es la que justifica la necesidad de la ciencia y la consiguiente
aplicación del método científico para descubrir la esencia. Ésta hecha pensamiento
se convierte en verdad.
Para descubrir
la esencia, es necesario aplicar un método que en general consiste en una serie
de abstracciones en las que se prescinde de los aspectos singulares y casuales
para destacar la esencia de los procesos materiales. Es decir, el conocimiento tiene
que moverse del objeto sensible, descubrir su esencia más general y
posteriormente a través de una serie de abstracciones, apropiarse
intelectualmente del objeto de estudio. En suma, el conocimiento se mueve de lo
concreto sensible a lo abstracto y de éste a lo concreto del pensamiento, para
comprender al objeto del estudio como un todo.
2.1. Dialéctica de la apariencia y esencia
Rosental y Straks (1960) expresan la compleja
unidad de los aspectos internos -esencia- y externos -apariencia- de los objetos y procesos de la
realidad objetiva. En cuanto categorías del conocimiento, la apariencia y la esencia reflejan la unidad
dialéctica de los grados sensible y racional del proceso cognoscitivo, que
revela la esencia profunda de las cosas, sobre la base de la práctica.
La solución acertada del problema de las categorías de apariencia y esencia, la justa interdependencia dialéctica, se haya indisolublemente vinculada al desarrollo científico de la teoría del conocimiento en general.
El error de los materialistas sensualistas consistía en subestimar la función del pensamiento abstracto en el descubrimiento de la esencia de los fenómenos; es decir, en su incapacidad para comprender la compleja dialéctica del proceso cognoscitivo. En contraposición a ellos, los materialistas racionalistas subestimaban el papel del factor sensible. Ni unos ni otros, por otra parte, comprendían el papel determinante que desempeña la práctica, así como el papel de la actividad humana transformadora, como bases del progreso del conocimiento.
Los filósofos idealistas, por supuesto, no podían resolver tampoco el problema de las relaciones mutuas entre la esencia y la apariencia. Los agnósticos como Kant y otros, negaban, en general, la posibilidad de llegar a conocer la esencia y separaban la esencia y la apariencia, como si fueran dos aspectos aislados, limitando el objeto del conocimiento simplemente al mundo de los fenómenos. Los idealistas racionalistas, que reconocían el papel activo que el pensamiento desempeñaba en el conocimiento, exageraban a tal grado dicho papel, que acababan por ver en él al creador de la realidad material, la esencia más profunda de todos los fenómenos del universo.
Los idealistas empiristas, por el contrario, llevaban a términos absolutos el papel del factor sensible del conocimiento, considerando las sensaciones como los elementos primarios del mundo y reduciendo éste a un conjunto de sensaciones.
El materialismo dialéctico, resuelve de modo muy distinto el problema de la esencia y la apariencia. Esta filosofía ha superado la unilateralidad, la limitación, el carácter metafísico del viejo materialismo y arrojado por la borda la pretensión de los filósofos idealistas de construir un mundo a base de conceptos lógicos. Para el materialismo dialéctico, la esencia y la apariencia son dos aspectos indisolublemente vinculados de la realidad objetiva; uno de ellos, el aspecto interno –la esencia- no puede manifestarse sino a través del aspecto externo –la apariencia-. Ahora bien, los dos aspectos no coinciden nunca plenamente en el modo de manifestarse, y es precisamente esta falta de coincidencia lo que hace necesario el proceso mismo del conocimiento científico. En efecto, la ciencia no tiene otro fin que el descubrir detrás de lo externo, detrás de lo que se percibe inmediatamente, el fundamento, la esencia de las cosas; es decir, el otro aspecto, el aspecto oculto e interno. Esta dialéctica de la esencia y la apariencia sirve de base para resolver acertadamente el problema de las mutuas relaciones entre el conocimiento sensible y el pensamiento abstracto, en el descubrimiento de la esencia de las cosas. La teoría dialéctica, materialista, del conocimiento parte del principio de que el hombre, en el curso de su actividad práctica, entra en relaciones de interdependencia con los objetos y fenómenos del mundo objetivo, de que sus órganos de los sentidos reflejan dichos objetos y fenómenos, y de que, mediante el pensamiento abstracto somete a un análisis lógico los datos suministrados por los órganos de los sentidos. Es así como el hombre avanza del conocimiento de la apariencia a la esencia; del conocimiento de lo inmediato, de lo externo, al de lo mediato e interno.
La unidad de la esencia y la apariencia reviste un carácter contradictorio. La esencia expresa algo universal, en tanto que la apariencia hace patente a algo singular; en la esencia se presenta el aspecto interno, profundo, de la realidad, mientras que en la apariencia se muestra el aspecto externo, superficial; la esencia tiene mayor estabilidad, se halla en reposo y es constante; en cambio, la apariencia se distingue por su movilidad y mutabilidad; la esencia se manifiesta por medio de la apariencia, en tanto que ésta se presenta en forma directa e inmediata. Así pues, la esencia es el aspecto interno, relativamente estable, de la realidad objetiva, que permanece oculto tras la superficie de la apariencia y que se manifiesta a través de ella. La apariencia es el aspecto externo más móvil y cambiante de la realidad objetiva, que constituye la forma de manifestarse de la esencia.
El conocimiento científico, se mueve de
lo empírico a lo racional. Lo empírico es lo que se percibe por los órganos de
los sentidos, pero la ciencia no se queda en lo sensible, porque lo que se
percibe no necesita explicación, pero sí constituye el punto de partida de la
ciencia. Esta tiene que avanzar de la apariencia percibida, a lo que está
detrás de la sensibilidad, lo que está oculto, lo interno; es decir, el
conocimiento científico se mueve de la apariencia de los objetos a la esencia
de los mismos. Este proceso del conocimiento de la observación de la
variabilidad de los procesos materiales, a lo relativamente constante (leyes),
constituye, el movimiento del conocimiento científico, desde la observación
hasta las leyes que rigen el comportamiento de los fenómenos, pasando por la
hipótesis y la prueba de hipótesis. Así pues, el conocimiento científico se
mueve de lo variable a lo relativamente estable, que se expresa a través de
constantes (leyes) que rigen y explica el movimiento (variables de los objetos singulares. Así pues, la ciencia no debe
limitarse a la esfera de lo empírico, es necesario que se mueva al ámbito de lo
racional (lógico).
En el ambiente académico, es muy común,
escuchar opiniones, como: "esta es mi verdad", como si la verdad
fuera privativa de cada persona, pues, en este sentido, debe haber tantas
verdades, como número de individuos; pero entonces, si cada quién tiene su
verdad, también la ciencia sería innecesaria. Puntos de vista son muchos, pero
la verdad es una, porque la esencia es una en cada área del conocimiento. En este sentido, la verdad es la
expresión lógica de la esencia y es la práctica la que la confirma.
La falta de claridad respecto a los
rasgos propios de la apariencia y la esencia, así como de su contradicción, ha
llevado a los investigadores a la concepción de la identidad de ambas
categorías (conceptos generales). Esta identidad, ha tenido repercusiones muy
importantes en el desarrollo de la ciencia, a tal grado que se considera a la
percepción de los objetos materiales, como si fuera su esencia y lo que hacen
en realidad, es moverse en el campo del empirismo, sin trascender más allá de
la sensibilidad. Si la apariencia y la esencia, únicamente fueran idénticas, la
ciencia sería superflua; también son contradictorias y ésta contradicción es la
que justifica la necesidad de la ciencia.
2.2. Dialéctica de lo
abstracto y lo concreto
Según
Rosental y Straks (1960) las categorías de lo abstracto y lo concreto, están
íntimamente relacionadas con el proceso del conocimiento y están estrechamente
vinculadas con las categorías de esencia y fenómeno. Estas últimas nos orientan
para entender los aspectos internos y externos de los objetos, y lo concreto y
abstracto son categorías metodológicas que orientan el descubrimiento de la esencia
mediante la abstracción.
Lo concreto en el conocimiento refleja el hecho objetivo de que los fenómenos y objetos de la realidad existen en una unidad, como un todo compuesto de diferentes aspectos, cualidades y relaciones.
La imagen concreta cognoscitiva representa un reflejo unitario del objeto; es decir, sus diferentes aspectos se presentan en una unidad, en una conexión recíproca.
Lo abstracto puede darse en el conocimiento porque los diferentes aspectos y las diversas propiedades y relaciones de los objetos poseen una relativa autonomía, se distinguen entre sí, se hallan en una distinta relación con la esencia; por ello, en el conocimiento se pueden separar unos aspectos del objeto, abstrayéndolos de otros.
Lo abstracto surge al separar los aspectos secundarios de los fenómenos, con el fin de captar su esencia. Esta actividad mental que permite prescindir de los aspectos inesenciales para descubrir la esencia, se conoce como abstracción y es la práctica determina cual es la propiedad que debe destacarse como esencial.
La tarea de abstraer no solamente consiste en destacar lo que hay de común, de idéntico, entre los objetos, sino principalmente en poner de relieve la esencia de las cosas. La abstracción no estriba simplemente en separar lo general, sino en destacar al mismo tiempo lo que es general y esencial en los procesos materiales.
Así pues, lo abstracto no solo refleja lo que hay de similar entre los fenómenos, sino su esencia, su sujeción a leyes y su naturaleza universal.
Lo
abstracto no es el punto final del proceso del conocimiento, sino una etapa
para elevarse a lo concreto.
En el movimiento de lo abstracto a lo concreto no se recrea el objeto sensible, que ya existía antes e independientemente de que fuera conocido, lo que surge es el concepto concreto de él; la verdad abstracta no existe, la verdad es siempre concreta. Esta marcha ascendente hacia lo concreto significa una marcha hacia el conocimiento más profundo de la esencia del objeto.
La Lógica Dialéctica considera que lo concreto es el punto de partida y de llegada del proceso del conocimiento. Lo concreto sensible es el punto de partida del conocimiento, lo concreto, a su vez, como síntesis y combinación de numerosas abstracciones, es la meta del conocimiento científico y las abstracciones aisladas constituyen el medio para alcanzar este fin.
La marcha de nuestro conocimiento desde lo concreto sensible a través de lo abstracto hacia lo concreto, reproducido sobre la base del conocimiento de la esencia de los fenómenos, expresa la negación de la negación del saber humano.
Lo abstracto es la negación de lo concreto sensible, y lo concreto, como síntesis de innumerables abstracciones, es la negación de lo abstracto. Esto no significa la vuelta a lo concreto que sirve de punto de partida, sino a lo concreto elevado a un nivel más alto de desarrollo del conocimiento, en el que el objeto es captado de modo más profundo y multilateral.
3. Método científico general
Tradicionalmente, nos han enseñado que los pasos fundamentales del método
científico son:
A.
Observación
B.
Hipótesis
C.
Experimentación
D.
Ley
E. Teoría
Sin embargo, en las ciencias sociales,
no es posible reproducir los acontecimientos históricos para observarlos, por
consiguiente, el método científico tiene que ser más general y no reducirse a
las ciencias naturales o experimentales.
Los pasos del método científico
general, aplicable a las ciencias naturales y sociales, son:
A. Observación
B. Hipótesis
C. Prueba de hipótesis
D. Ley
E. Teoría
Como en las ciencias sociales, no se
cuenta con laboratorios y campos experimentales para la observación de los
fenómenos sociales, se tiene que recurrir en mayor medida a la capacidad de
abstracción de los investigadores.
El principio metodológico fundamental
del método científico, es el movimiento de la totalidad concreta del objeto
sensible, que luego, a través de un conjunto de abstracciones, se reproduce
mental e integralmente el objeto de estudio.
Para apropiarse mentalmente del objeto
de estudio en su totalidad, el sujeto recurre principalmente: a la abstracción,
al análisis vs síntesis y a la inducción vs la deducción.
4. Investigación científica
La investigación científica, no es más
que la aplicación del método científico, para descubrir las leyes que rigen el
comportamiento de los procesos materiales.
Las leyes son objetivas, es decir
existen independientemente de la voluntad de los hombres, se caracterizan por
expresar la relativa estabilidad o reposo en la continua variabilidad de los
fenómenos materiales. La ley al igual que la esencia, no es perceptible, hay
que descubrirla, mediante el método científico, está en el mismo nivel de la
esencia y cuando es formulada en forma cuantitativa (matemáticamente), se
expresa por medio de constantes.
Una cuestión elemental que se confunde
comúnmente, es lo que es propiamente el proceso de investigación y la forma de
exposición de sus resultados.
La exposición de los resultados de la
investigación, generalmente lleva el siguiente formato:
A. Introducción
B. Marco teórico
C. Hipótesis
D. Materiales y métodos
E. Resultados y discusión
F. Conclusiones
En las ciencias agropecuarias y
biológicas, está muy difundido el uso de la estadística -diseños experimentales
y modelos- para dar "solidez" a las investigaciones.
En diseños experimentales, se prueban
diversos tratamientos, bajo las hipótesis nula (no existe efecto de los
tratamientos) vs alternativa (existe diferencia entre los tratamientos; si
existe diferencia significativa, se prosigue con las pruebas de medias, para
obtener el mejor tratamiento empírico). En este aspecto es importante indicar que las hipótesis estadísticas no son equivalentes a la hipótesis de investigación que se deriva de la naturaleza del trabajo y de sus antecedentes considerados en la revisión bibliográfica.
En los modelos estadísticos,
normalmente se correlacionan las variables empíricas y se elige el modelo que
presente mayor correlación.
En ambos casos, el conocimiento se
mueve en los límites del empirismo; pero la ciencia, tiene que avanzar más allá
de los datos empíricos observados, para descubrir las leyes que correlacionan
internamente a las variables empíricas.
La estadística es una herramienta
matemática que hay que saber aplicar.
Para empezar, tiene como objeto de
estudio, los fenómenos casuales, pero no en su manifestación individual, ya que
en este sentido son fenómenos que pueden ocurrir o no; y la ciencia, estudia
necesidades, es decir procesos que ocurren forzosamente, con carácter de ley.
Si bien en su aspecto individual, las casualidades no son objeto de estudio de
la ciencia, en su ocurrencia masiva, se abre paso una tendencia necesaria
(ley), que es objeto de estudio de la estadística. Por esto, la estadística se
aplica al estudio de poblaciones y muestras de objetos materiales.
5. Conclusiones
El conocimiento
científico en general se mueve de la apariencia a la esencia. La discordancia
entre la apariencia y la esencia, es la que hace necesaria la existencia de la
ciencia.
El método para
descubrir la esencia es la abstracción, razonamiento que consiste en prescindir
de los aspectos singulares y casuales de los objetos materiales y centrarse en
los rasgos esenciales –universales- que caracterizan a los objetos de estudio.
La verdad es
la expresión lógica de la esencia y consiste en un sistema de conceptos,
definiciones y leyes que explican el movimiento de los procesos materiales.
El conocimiento
científico, al igual que los procesos materiales se mueve cíclicamente: de lo
concreto sensible a lo abstracto y de lo abstracto a lo concreto del pensamiento;
es decir, es resultado de la doble negación, para retornar al punto de partida,
pero a un nivel superior. Lo abstracto niega a lo concreto sensible, lo
concreto intelectual niega a lo abstracto para comprender lógicamente al
objeto de estudio en su totalidad.
La verdad
abstracta es unilateral e insuficiente para caracteriza al objeto de estudio,
necesariamente tiene que transitar dialécticamente a la verdad concreta para
comprender lógicamente al objeto de estudio como un todo.
En la
dimensión temporal también existen la verdad relativa y la verdad absoluta. La verdad
relativa es parcial y en su movimiento dialéctico y se transforma en verdad
absoluta. Esta es la suma de verdades relativas.
6. Bibliografía
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