TECTÓNICA
DE PLACAS FUNDAMENTO TEÓRICO DE LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS
Valentín
Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx
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1. Introducción
La cuenca -depresión- es una forma como se estructura el relieve terrestre y coexiste espacialmente con otras formas como son: montañas, planicies, valles, etc. La formación de las distintas formas del relieve está condicionada por el movimiento de las placas tectónicas, que constituye su contenido.
La Teoría de la Tectónica de Placas inició con la hipótesis de la movilidad horizontal de los continentes, desafiando al sentido común, que percibe la distribución espacial de océanos y continentes como inmóvil. Su transformación en teoría requirió de argumentos geológicos –rocas-, orográficos –montañas-, biológicos –fósiles-, y pruebas, principalmente paleo-magnéticas y movimiento del fondo oceánico.
La Teoría de la Tectónica de Placas inició con la hipótesis de la movilidad horizontal de los continentes, desafiando al sentido común, que percibe la distribución espacial de océanos y continentes como inmóvil. Su transformación en teoría requirió de argumentos geológicos –rocas-, orográficos –montañas-, biológicos –fósiles-, y pruebas, principalmente paleo-magnéticas y movimiento del fondo oceánico.
La historia de la Teoría de la Tectónica de Placas, confirma como se mueve el conocimiento: de la apariencia percibida por el sentido común -inmovilidad de océanos y continentes- a la esencia -movilidad de continentes y océanos-. La inmovilidad y movilidad de océanos y continentes, son dos aspectos contradictorios de la realidad objetiva. El conocimiento no se agota en la sensibilidad de los objetos materiales, tiene que moverse a través del pensamiento abstracto para descubrir la esencia que está oculta detrás de la sensibilidad percibida. Es precisamente la contradicción entre apariencia y esencia, la que mueve al conocimiento científico y la que justifica la necesidad de la ciencia. La Tectónica de Placas es una teoría geológica unificadora -sintetizadora- del catastrofismo y el uniformismo y establece que la la litosfera terrestre se encuentra fragmentada en placas, cuya interacción produce las distintas formas del relieve de la superficie terrestre. La energía que mueve a las placas tectónicas, es la radiactividad interna generada por la fisión nuclear de elementos químicos pesados, principalmente de Uranio, Torio y un isótopo del Potasio 40; contenidos en el manto terrestre.
La principal función de una
teoría científica es la explicación racional de los fenómenos de un determinado
campo de la realidad material. En este caso
se trata de una teoría geológica que ilumina el entendimiento de los
procesos geológicos más importantes, como es la formación de las diferentes
formas del relieve continental y oceánico. De hecho, los cinco grandes océanos –Ártico,
Antártico, Índico, Atlántico y Pacífico- son grandes cuencas o depresiones que
se formaron por la separación de placas y
cuya función principal es almacenar el agua. La contra-parte continental está
formada por una gran diversidad de formas del relieve, también creadas por la
interacción de las placas tectónicas, siendo la cuenca –depresión-, una forma
particular del relieve terrestre, cuya forma favorece su principal función:
almacenar y regular el movimiento del agua. Precisamente el movimiento cíclico
del agua en el marco de la cuenca, movido por la energía solar, es el que en su
fase de precipitación y escurrimiento produce la erosión –destrucción-
del relieve terrestre generado por la acción constructiva de la tectónica de placas.
Así pues, el relieve
terrestre está en constante movimiento producto de la acción de fuerzas
contradictorias: tectónica de placas, cuya interacción genera el relieve y
procesos destructivos del mismo, principalmente el desprendimiento de las rocas
y la erosión del suelo, provocados por el escurrimiento superficial y la acción
de la gravedad.
La importancia de la cuenca
como una forma particular del relieve está en ser un espacio geográfico en el que se produce el movimiento cíclico del agua, principal recurso natural que condiciona la vida en la Tierra.
2. Fuerzas
contradictorias que mueven al relieve
Al igual que todos los
objetos materiales del universo, la Tierra se encuentra en permanente
transformación, tanto en cantidad como en cualidad. Las fuerzas que mueven al
planeta son de naturaleza interna y externa. La energía interna que mueve al
planeta –específicamente a las placas tectónicas-, procede principalmente de la
radiactividad generada por la desintegración nuclear –fisión- de los elementos
químicos radiactivos del manto terrestre, principalmente uranio, torio y un isótopo del potasio 40. Estos elementos químicos producen la energía que es la que mueve a las
placas tectónicas, cuya interacción produce las principales formas del relieve –montañas,
volcanes, depresiones, valles, planicies, etc.-.
En la siguiente figura se
observa como el relieve está determinado por la energía que mueve a las placas
tectónicas.
Figura
1. Relieve condicionado por la tectónica de placas
La energía externa que modifica
la superficie terrestre es la que se genera en el interior del Sol y
específicamente consiste en la fusión nuclear de los núcleos de hidrógeno para
transformarse en Helio y la energía solar que mueve a los océanos y a la
atmósfera para generar el clima. Uno de los hidrometeoros más importantes es la
precipitación, proceso que consiste en la caída de agua en estado sólido y/o
líquido de las nubes a la superficie terrestre. La precipitación golpea al
suelo y lo desprende y al convertirse en escurrimiento lo arrastra y lo
deposita en las partes bajas, principalmente en los océanos. Este proceso
destruye el relieve y ha estado actuando desde que la Tierra se enfrió y
permitió la condensación del vapor de agua contenido en la atmósfera y la
consecuente formación de las nubes, necesarias para producir la precipitación y
su posterior transformación en escurrimiento. Pero como en el universo todo es
contradictorio y la Tierra no es la excepción, a la par con la destrucción del
relieve por agentes externos relacionados con la erosión y la gravedad, también
está la construcción del relieve terrestre producido por el movimiento de las
placas tectónicas, específicamente por el choque, separación y deslizamiento
lateral de las mismas.
Las principales formas del
relieve terrestre se muestran en la siguiente figura y todas también son
creados por la interacción entre las placas tectónicas.
Figura
2. Formas principales del relieve terrestre
La cuenca hidrográfica es una forma particular del relieve terrestre y consiste en una depresión de la superficie terrestre que se forma como parte del mismo proceso que da origen a las montañas y por la acción de la gravedad. La naturaleza de la cuenca de ser una depresión determina su función de servir como depósito de agua, y en esto consiste su importancia de ser una forma del relieve que regula el movimiento y almacenamiento de la humedad proveniente de la precipitación atmosférica.
Figura
3. La cuenca hidrográfica como una forma particular del relieve
Las dimensiones de las cuencas
son variables y de acuerdo a su extensión pueden clasificarse en microcuenas y
macrocuencas, valores extremos que definen un rango en el que existe una gran
diversidad de cuencas de diferentes magnitudes.
Es evidente que la Tierra
está sometida permanentemente a fuerzas contradictorias –destrucción y
construcción- que modelan el paisaje terrestre y así continuará mientras no se
agote la energía interna que mueve al planeta. En lo que se refiere al proceso
externo que modifica el relieve terrestre, la energía procedente del Sol
todavía es considerable, pues los astrónomos estiman que todavía alcanza para
otros 5000 millones de años.
En la figura 4 se muestran
las fuerzas contradictorias que modifican el relieve terrestre: la orogénesis producto
del choque de placas tectónicas, que forma montañas, con sus consecuentes
depresiones –cuencas- y la erosión causada por la gravedad y los escurrimientos
superficiales que destruyen la superficie terrestre.
Figura
4. Fuerzas contradictorias que modifican el relieve terrestre
3. Conclusiones
Es la energía interna de la Tierra la que mueve
a las placas y éstas en su interacción genera –construye- las diversas formas del
relieve terrestre, como son cordilleras, montañas, cuencas, planicies, valles, etc. La erosión y la gravedad son las fuerzas externas que destruyen el relieve terrestre.
El relieve terrestre está sometido a fuerzas externas -erosión y gravedad- que lo destruyen y por fuerzas internas -calor del manto- que lo forman, dando como resultado un movimiento cíclico en la modificación del relieve.
El relieve terrestre está sometido a fuerzas externas -erosión y gravedad- que lo destruyen y por fuerzas internas -calor del manto- que lo forman, dando como resultado un movimiento cíclico en la modificación del relieve.
La cuenca –depresión- es una
forma particular del relieve terrestre. Su principal función es la de servir de espacio físico geográfico en el se produce el movimiento cíclico del agua.
La tectónica de placas constituye el contenido y es en su movimiento -interacción- cuando genera las formas del relieve en general y particularmente a la cuenca hidrográfica.
La tectónica de placas constituye el contenido y es en su movimiento -interacción- cuando genera las formas del relieve en general y particularmente a la cuenca hidrográfica.
La tectónica de placas
constituye el fundamento teórico de las cuencas hidrográficas.
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