sábado, 7 de octubre de 2017

LA TECTÓNICA DE PLACAS Y EL CLIMA EN EL ORIGEN DEL HOMBRE



LA TECTÓNICA DE PLACAS Y EL CLIMA EN EL ORIGEN DE LA ESPECIE HUMANA

Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx


1. Introducción

Las placas en las que se encuentra fragmentada la litosfera, aparecieron en la infancia de la Tierra cuando tenía unos 500 millones de años y desde entonces su interacción (divergencia, convergencia y fricción) han moldeado la distribución de océanos y continentes, así como el relieve terrestre y con ello el cambio cualitativo del clima, cuyas consecuencias son la aparición y extinción de las especies vivas, incluyendo el origen de la especie humana.

Como la especie humana es reciente en la larga historia de la Tierra de 4500 millones de años, entonces su origen está relacionado con los últimos eventos tectónicos, acaecidos en los últimos millones de años.  Particularmente está asociado a la formación del Valle del Rift en el Este de África hace unos 30 millones de años, en que se produjo una divergencia (separación) de placas africana y somalí provocando una depresión por la que emergió material basáltico del que se formaron suelos fértiles que son el sustento de la flora y la fauna que coexistieron con nuestros antepasados homínidos. El otro acontecimiento geológico importante y casi contemporáneo con el surgimiento del hombre primitivo, fue el cierre del istmo de Panamá hace unos 3-3.5 millones de años.

Ambos procesos geológicos fueron generados por la interacción entre las placas tectónicas y alteraron el relieve de la superficie terrestre. En el caso del Este de África formó el valle del Rift y produjo el levantamiento del relieve para formar montañas adyacentes al valle. La barrera montañosa oriental, provoca el ascenso de las masas de aire húmedo provenientes del océano Índico que al enfriarse el vapor de agua se condensa y forma nubes que precipitan en las laderas de las montañas orientadas hacia el océano; contrastando con las laderas del otro lado y el valle del Rift en las que aire con poca humedad desciende y se calienta, condiciones que no favorecen la condensación y la consecuente formación de nubes, por consiguiente, se trata de zonas de clima seco o árido. El clima seco reemplazó al clima cálido húmedo que le antecedió. Con el clima seco apareció la sabana –grandes extensiones de pastizales con vegetación arbórea espaciada- que relevó a los bosques y selvas característicos del clima cálido húmedo previo. En las nuevas condiciones ambientales nuestros antecesores homínidos tuvieron que descender al suelo y con la ausencia de bosques por sobrevivencia tuvieron que caminar erguidos en la sabana, para convertirse primero en el Ardipithecus ramidus y después en Australopiteco afarensis hace unos 3-4 millones de años.

Con respecto a la formación del istmo de Panamá, su cierre geológico tuvo consecuencias oceanográficas globales, específicamente la separación del océano Pacífico y el océano Atlántico, con lo que se reforzó la corriente marina cálida del Golfo de México, que en su movimiento transporta calor y humedad del trópico al polo Ártico en el que por el frío produjo la congelación y precipitación en forma de nieve. Esta poco a poco fue cubriendo el polo y el efecto del enfriamiento se extendió hasta el Este de África, con lo que se incrementó la aridez, con lo que el clima se torno más seco. Como el cierre tectónico que formó el istmo de Panamá coincidió cuando el Australopiteco afarensis vivía en la sabana del Este africano, entonces contribuyó para el advenimiento de la especie humana, pues ya su antecesor el Australopiteco afarensis ya se movía aunque torpemente con las extremidades posteriores –bipedismo-.

El bipedismo significó toda una revolución biológica, puesto, que con las extremidades anteriores –manos- libres pudieron manipular objetos para protegerse y apropiarse de alimentos y posteriormente elaborar instrumentos de trabajo y de defensa, con lo que apareció el hombre primitivo –Homo habilis- hace unos dos millones de años. Con los instrumentos produjeron alimentos –recolección de productos vegetales y caza de animales salvajes-; después el Homo erectus  primero controló el fuego y luego lo produjo y lo utilizó para cocinar sus alimentos.  El fuego hizo más asimilables los alimentos y repercutió en el desarrollo cuantitativo y cualitativo del cerebro, y la anatomía derivada del bipedismo del hombre primitivo favoreció el surgimiento del lenguaje articulado, que junto con un cerebro más complejo fueron la base del origen del pensamiento abstracto, con lo que surgió el Homo sapiens en Europa hace unos 40,000 años.

Así pues, es evidente que la tectónica de placas al generar el valle del Rift en el Este africano y el cierre geológico del istmo de Panamá, cambió el clima de cálido húmedo a seco, y con ello produjo el relevo de los bosque y selvas por la sabana. Es  en este ambiente en el que se da la aparición de la especie humana, la cual implicó toda una revolución biológica y en última instancia su origen estuvo condicionado por la tectónica de placas.


2. La tectónica de placas en el origen de la especie humana

2.1. Formación del Valle del Rift en el Este de África

Wikipedia explica que el Rift de África Oriental es un Rift continental activo situado en el Este de África. El Rift comenzó a desarrollarse alrededor del Mioceno hace 30 millones de años. El rift es una región estrecha donde se desarrolla la divergencia de placas, en la cual la placa africana se está dividiendo en dos placas tectónicas, llamadas la placa somalí y la placa Nubia, a un ritmo de 6-7 mm anualmente.​ Si la extensión continúa, la ruptura de la litosfera se producirá en 10 millones de años, desgajando finalmente la placa somalí y creando una nueva cuenca oceánica. La ruptura del continente africano ejercida por el Gran Valle del Rift, es la responsable también de que en el Este del continente el clima sea más seco que en el oeste. Debido a ello, en esta parte de África apareció primero la sabana, y los simios locales, que hasta entonces vivían en las ramas de los árboles, debieron hacerse terrestres y dieron lugar a los primeros homínidos. El drástico cambio en el clima y la disminución del área boscosa pudo ser el desencadenante del proceso de hominización y el bipedismo.

Rizzo (2008) explica que algunos geólogos de la universidad de Utah han prestado atención nuevamente a la idea de que los procesos que formaron montañas y valles también crearon ambientes que favorecieron el surgimiento de la humanidad. Royhan y Nahid Gani, dos investigadores del Instituto de Energía y Geociencia de dicha universidad sostienen en un artículo publicado por Geotimes que la acelerada elevación de las tierras altas y montañas que se extienden desde Etiopía hasta Sudáfrica bloqueó buena parte de la humedad oceánica, convirtiendo lo que alguna vez había sido una lujuriosa selva tropical en retazos de bosques y sabanas que favorecieron gradualmente a los ancestros humanos que bajaron de los árboles y comenzaron a caminar erguidos, una forma energéticamente eficiente de recorrer áreas más grandes en busca de alimento, en un medio ambiente árido.

En forma paralela al valle se extiende una cadena de tierras altas y montañas a la que los investigadores denominaron “el muro de África”, y que alcanza su  máxima elevación en la cima del Kilimanjaro, a unos 5 900 metros de altitud.

Según los investigadores, fueron el paisaje y la vegetación variables que resultaron de la formación del "Muro de África" los que crearon una barrera topográfica contra la humedad y generaron un clima seco en el Valle del Rift. Al contrario de los ciclos climáticos globales, estos cambios climáticos africanos fueron locales y sus tiempos se correspondieron con la elevación del terreno en diferentes épocas.

La formación del “Muro de África” jugó un papel prominente en la aridificación del este de África, y el período coincide con la evolución de los ancestros de los humanos en el área.

La localización espacial del valle del Rift en el oriente africano se muestra en la imagen siguiente.


Imagen 1. Valle del Rift en Este africano y las placas que lo generaron


2.2. Clima


Arzuaga y Martínez (1998) escriben que las precipitaciones en África subtropical muestran en la actualidad una marcada dependencia estacional y siguen los ciclos anuales del monzón africano. Durante el verano boreal el calentamiento de las tierras interiores continentales provoca la entrada de aire húmedo procedente del océano Atlántico ecuatorial. De este modo, en el centro y oeste del África subtropical las lluvias son muy abundantes. En el África oriental las precipitaciones son siempre mucho menores, porque el aire húmedo tiene que recorrer mayor distancia y además, se interponen barreras montañosas en las que precipitan las nubes la escasa humedad que todavía contienen, por lo que el aire más seco desciende en el oriente africano, generando un clima relativamente seco. En invierno, la circulación atmosférica se invierte y los vientos fríos y secos del noreste soplan en toda la región, perjudicando en mayor medida, de nuevo, al África oriental; mientras en el oeste, algunas corrientes locales siguen aportando aire cálido y húmedo procedente del océano Atlántico tropical. En estas condiciones, la vegetación del oeste de África subtropical se conserva, todavía como selva húmeda. El este de África es, por el contrario, mucho más árido. Sus ecosistemas son ahora de sabana, con predominio de las formaciones herbáceas sobre los árboles.

Los mismos autores afirman que Peter deMenocal ha elaborado un modelo teórico de cómo los diferentes factores climáticos han afectado a los climas de las latitudes bajas africanas en los últimos millones de años. El modelo explica cómo el clima del África subtropical puede ser influido por las oscilaciones climáticas del norte, es decir, por las glaciaciones. Entre otras condiciones, estudia el efecto del enfriamiento del océano Atlántico norte sobre los vientos monzones en África. Según el autor del modelo, hace unos 2.8 millones de años se produjo un fenómeno que cambió radicalmente la historia del clima del hemisferio norte y afectó gravemente a los ecosistemas en los que se desarrollaba la evolución de nuestros ancestros: se trata del inicio de las oscilaciones climáticas de gran amplitud, con hielos permanentes en muchas tierras del norte en las épocas frías. Los registros marinos en las zonas subtropicales de los océanos Atlántico e Índico, que bañan las costas africanas, muestran que dichas oscilaciones climáticas, influyeron severamente en el clima del África ecuatorial. Desde entonces el retroceso de las masas boscosas en estas tierras, en beneficio de las sabanas y formaciones herbáceas en general, ha sido permanente e imparable. Esta parece haber sido la condición entre hace 2.8 a 1 millón de años. De igual manera, los registros marinos indican que, desde hace aproximadamente 1 millón de años, la dependencia climática de esta región de África respecto de las oscilaciones del norte se ha agudizado. El modelo teórico de deMenocal es capaz de explicar el aumento de la aridez en el África subtropical y su correlación con los períodos glaciales boreales. La causa fundamental aducida es que el enfriamiento de las aguas del Atlántico norte originó una serie de monzones africanos de veranos más fríos y menos húmedos que terminaron por empeorar la estabilidad de los bosques tropicales del África Oriental. No obstante, como los factores astronómicos han existido siempre y las glaciaciones solo se han producido en determinadas épocas de la historia de la Tierra, hay que admitir que estas situaciones extremas aparecen solo cuando las fluctuaciones de la geometría de la órbita terrestre y cambios en la inclinación del eje de nuestro planeta se superponen otras circunstancias. Una es, desde luego, el movimiento hacia los polos de las masas continentales por la tectónica de placas, que favorece la acumulación de hielo y dificulta la llegada de aguas cálidas tropicales.



Los climas de África condicionados principalmente por causa físicas, principalmente por la tectónica de placas y por causas astronómicas, se presenta en la siguiente imagen.

Imagen 2. Clima seco en el oriente africano


Según la imagen espacial anterior, los climas dominantes del Continente Africano es el desértico(BWh) existente en el norte en el desierto del Sahara que se continúa en las depresiones del Valle del Rift en Hadar Etiopía, Lago Turkana en Kenia y Barranca de Olduvai en Tanzania; así como en Sudáfrica en la faja de los desiertos del hemisferio Sur. Asociados con los climas desérticos descritos están los climas seco-esteparios (BSh) contiguos con el desierto del Sahara en su porción sur y se extienden en la parte oeste del Valle del Rift envolviendo a los climas desérticos también descritos. Siguen en extensión los climas cálido húmedos (Af, Am y Aw) en la parte central oeste de África, que por su ubicación geográfica en las regiones tropicales del continente, son las regiones más lluviosas. Finalmente existen los climas de montaña (Cf y Cw) que se caracterizan por ser climas templados y húmedos.

2.3. Cierre geológico del Istmo de panamá

Coates (2011), escribe cómo, hace más de veinte millones de años, el istmo de Panamá comenzó a surgir a causa del choque y el deslizamiento de las placas tectónicas. Antes de esto, América Central como la conocemos hoy, formaba parte de una península volcánica, lejos de su ubicación actual.

Con el surgimiento del Istmo de Panamá, el planeta experimentó cambios resultantes del orden mundial actual. Durante tres millones de años, Panamá se ha separado de los océanos y se unió a dos continentes. Inició un nuevo patrón de la circulación oceánica mundial, contribuyó a la glaciación del hemisferio norte, y cambió el clima de los trópicos. Debido al istmo, los vientos que atraviesan la Corriente del Golfo se calientan y Europa está a salvo de la congelación durante el invierno. Incluso es posible que los ancestros de la raza humana bajaran de los árboles a causa del cambio climático en África, que fue también un producto del surgimiento del Istmo.

Hace veinte millones de años un océano cubría la zona en Panamá de hoy en día Había una brecha entre los continentes de América del Norte y del Sur a través del cual las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico fluían libremente. Debajo de la superficie, dos placas de la corteza terrestre fueron poco a poco chocando entre sí, obligando a la placa del Pacífico a deslizarse lentamente bajo la placa del Caribe. La presión y el calor causado por esta colisión condujeron a la formación de volcanes submarinos, algunos de los cuales habían crecido lo suficiente como para salir a la superficie del océano y formaron islas tan temprano como hace 15 millones de años. Más y más islas volcánicas se formaron en el área durante los próximos varios millones de años. Mientras tanto, el movimiento de las dos placas tectónicas también fue empujando desde el fondo del mar, finalmente, obligaron a algunas zonas a superar el nivel del mar.

Con el tiempo, grandes cantidades de sedimentos (arena, tierra y barro) fueron acumulados desde América del Norte y del Sur por las fuertes corrientes marinas y cerraron las brechas entre las islas de reciente formación. Poco a poco, durante millones de años, los depósitos de sedimentos fueron añadidos a las islas hasta que las lagunas se llenaron completamente. Hace aproximadamente 3 millones de años, un istmo, estrecha franja de tierra, con agua a ambos lados, que conecta dos cuerpos más grandes de tierra.

Los científicos creen que la formación del Istmo de Panamá es uno de los eventos geológicos más importantes que han sucedido en la Tierra en los últimos 60 millones de años. A pesar de que es sólo una pequeña franja de tierra, en relación al tamaño de los continentes, el Istmo de Panamá tuvo un enorme impacto en el clima de la Tierra y su entorno.

Al cerrar el flujo de agua entre los dos océanos, la tierra del puente reorientó la trayectoria de las corrientes marinas, tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico. Corrientes del Atlántico se vieron obligadas a circular hacia el norte, y finalmente se estableció un patrón de una nueva corriente que llamamos la Corriente del Golfo en la actualidad.

Con las cálidas aguas del Caribe que fluyen hacia el noreste del Atlántico, el clima del noroeste de Europa se volvió más cálido. La temperatura tendría como 10 grados C más fría en invierno sin el transporte de calor de la Corriente del Golfo. El Atlántico, ya no se mezcla con el Pacífico, también aumentó la salinidad. Cada uno de estos cambios ayudaron a establecer el patrón de circulación oceánica mundial que vemos hoy. En resumen, el Istmo de Panamá tiene una influencia directa e indirecta en el océano y los patrones de circulación atmosférica, que regula los patrones de las precipitaciones, que a su vez ha esculpido los paisajes.

Según Instituto Smithsonian  de Investigaciones Tropicales   (2011) después de la extinción de los dinosaurios, el acontecimiento más importante del mundo en el ámbito científico fue la formación del istmo de Panamá, hace 10 millones de años. Según ellos, hace 85 millones de años, Panamá solo era un archipiélago de islas, muy pequeñas con relación al tamaño de los continentes, pero tuvo un enorme impacto en el clima de la Tierra y su medio ambiente.

En la imagen siguiente se aprecia el cierre del istmo de panamá y sus consecuencias oceanográficas y climáticas que impactaron a Europa y el Este de África.


Imagen 3. Cierre del istmo de panamá y sus repercusiones mundiales


Aquel acontecimiento geológico, no solo generó grandes cambios en la fisonomía del istmo y del continente, sino también en las características de los océanos, las corrientes de agua de todo el mundo y en la ecología, lo cual se conoce como el “efecto Panamá”.
Los expertos sugieren que la creación de esta masa de tierra generó el clima cálido y húmedo del norte de Europa y dio lugar a la formación de la capa de hielo del Ártico, y contribuyó a la Edad del Hielo, durante las siguientes épocas del Pleistoceno.

Con el cierre del istmo se crearon dos océanos distintos: Pacífico y Atlántico; y surgen dos corrientes marinas: Golfo de México y Alexander Von Humboldt, que producen un gran cambio en el clima.

Esto porque el puente de tierra desvió las corrientes de los dos océanos. Las del Atlántico se vieron obligadas a desplazarse hacia el norte, y se originó un nuevo sistema que se llamó la corriente del Golfo. Mientras que con las cálidas aguas del Caribe que fluye hacia el noreste del Atlántico, el clima del noroeste de Europa se volvió más cálido. Las aguas de océano Atlántico, dejaron de mezclarse con las del Pacífico y aumentaron su salinidad.

El cierre de Panamá provoca un cambio climático que afecta a todo el planeta. Empiezan la Edad de Hielo y se dan cambios en todo el continente. África dejó de ser como el Amazonas, con grandes extensiones de bosques, y se convirtió en un área de sabana y desértica, con grama nada más y casi sin árboles.

El Diario ABC (2014)  escribe que el surgimiento del istmo de Panamá, tuvo profundas consecuencias, incluso a grandes distancias, en el clima. En el denso y salado Caribe, la conocida denominada «Corriente del Golfo», viaja al norte y en ocasiones se encuentra con las frescas aguas del Atlántico norte, donde con presteza desciende al fondo del mar. Tal situación provoca una especie de bomba que impulsa la corriente del Golfo, haciéndola mucho más poderosa y desencadenando una especie de «cinta transportadora» de corrientes que recorren el mundo entero. Hay quienes piensan que uno de los efectos de este nuevo patrón de circulación oceánica propició el inicio de la Edad de Hielo en el hemisferio Norte hace 2,6 millones de años, modificando el clima en otras partes del mundo.

Mientras la cálida corriente del golfo pasa por el Atlántico norte calienta las masas de aire que cruzan el Atlántico de Norteamérica a Europa, originando el relativamente moderado clima del norte de Europa. Gran parte de África, por su parte, se tornó mucho más seca: las selvas tropicales se convirtieron en sabanas y muchos de los primates que habitaban las copas de los árboles se vieron forzados a descender a la tierra. Este escenario ha sido utilizado por el paleontólogo Steven Stanley para proponer una teoría sobre el origen de los humanos. El investigador de la Universidad de Hawái sugiere que un grupo, derivado de los Australopitecos, quienes luego pasarían a ser los humanos modernos, fue capaz de sobrevivir pese al peligro que representaban los grandes predadores terrestres (leones, leopardos, hienas y perros salvajes).

Ore (2015) expone que en el Plioceno, cuando el paso de Panamá estaba abierto, gran parte de la corriente ecuatorial del Atlántico pasaba al Pacífico. La Corriente del Golfo era más débil pero lograba entrar en el Ártico, manteniéndolo descongelado todo el año. Al cerrarse el istmo de Panamá, la corriente del Golfo se reforzó. Pero al acarrear aguas más saladas y, por lo tanto, más densas, se hundían por enfriamiento, como en la actualidad, en los mares Nórdicos y de Labrador. Otro cambio climático importante del Plioceno fue que el clima de África Oriental se hizo más árido, lo que provocó importantes cambios paisajísticos, con expansión de las sabanas, y de fauna, con proliferación de los bóvidos, lo que pudo haber sido un catalizador en la evolución de los homínidos.

La variabilidad del clima se agudizó, propiciada por los ciclos astronómicos de Milankovitch y en especial por el ciclo de variación de la oblicuidad del eje, de 41.000 años de duración. Para la formación de los mantos de hielo sobre Norteamérica y Eurasia se necesitaba que las nieves que caían durante el invierno fuesen muy intensas. La corriente del Golfo, reforzada por el cierre del istmo de Panamá, pudo venir en ayuda de esto último.


3. Discusión

La tectónica de placas apareció desde que aparecieron las cortezas terrestres rígidas y frías: primero la oceánica y luego la continental, cuando la Tierra tenía entre 100 y 500 millones de años (Hazen, 2015). Desde entonces la litosfera se fragmentó en placas, cuya interacción –divergencia, convergencia y fricción- ha modificado en general la distribución espacial de las cuencas oceánicas y continentes, así como la alteración del relieve continental, con lo que ha modificado el clima durante muchas veces y con ello ha condicionado la aparición y extinción de especies vivas, incluyendo el origen de la especie humana en los últimos 2-2.5 millones de años.

Dado que el hombre es reciente en la larga historia de la Tierra de 4500 millones de años, entonces, su origen está asociado a los eventos geológicos de los últimos millones de años, particularmente la formación del Valle del Rift en el Este de África, en que se produjo una divergencia (separación) de las placas africana y arábiga, provocando una depresión por la que afloró material basáltico del que se formaron suelos fértiles que son el sustento de la flora y la fauna, que coexistió con nuestros antepasados homínidos. El otro acontecimiento tectónico importante y casi contemporáneo con el surgimiento del hombre primitivo, fue el cierre geológico del istmo de Panamá hace unos 3-3.5 millones de años.

Ambos procesos geológicos fueron generados por la interacción entre las placas tectónicas y alteraron el relieve de la superficie terrestre. En el Este africano la formación del valle del Rift está asociado a la elevación las partes adyacentes al mismo. Particularmente se formó una barrera montañosa que provoca el ascenso de las masas de aire húmedo provenientes del océano Indico y precipitaciones en las faldas de las montañas orientadas hacia el océano; en cambio las laderas del otro lado y el valle del Rift reciben el aire seco y en descenso, condiciones que no favorecen la ocurrencia de precipitaciones, por lo tanto, se trata de zonas de clima seco o árido. Con respecto a la formación del istmo de Panamá, su cierre geológico tuvo consecuencias oceanográficas, específicamente la separación del océano Pacífico y el océano Atlántico, proceso geológico que reforzó la corriente marina cálida del Golfo de México, la cual en su movimiento transporta calor y humedad del trópico al polo Ártico en el que por el frío produjo su congelación y precipitación en  forma de nieve. Esta poco a poco fue cubriendo el polo y el efecto del enfriamiento se extendió hasta el Este de África, lo que aumentó la aridez, convirtiendo al clima más seco y con ello se favoreció el desarrollo de la sabana, caracterizada por la existencia de grandes extensiones de pastizales y vegetación arbórea espaciada.

Con el relevo de los bosques y selvas por las sabanas, derivado de los cambios tectónicos (valle del Rift y cierre del istmo de Panamá), nuestros antepasados homínidos tuvieron la necesidad de desplazarse en grandes llanuras en las que tenían que erguirse para divisar el horizonte, para buscar alimento y para protegerse de los animales depredadores que coexistieron con ellos. Seguramente muchos fueron presas de los animales depredadores, pero algunos sobrevivieron y tuvieron que dar el “salto” al desplazamiento bípedo. Este fue característico de los australopitecos que antecedieron a la especie humana.

La posición bípeda del Australopiteco afarensis se observa en la imagen siguiente.

Imagen 4. Australopiteco afarensis y sus rasgos distintivos





El caminar erguido significó toda una revolución biológica, puesto, que con las extremidades anteriores –manos- libres pudieron manipular objetos para protegerse y apropiarse de alimentos, y posteriormente elaborar instrumentos de trabajo y de defensa, con lo que apareció el hombre primitivo –Homo habilis- hace unos 2-2.5 millones de años.

Los rasgos del hombre primitivo -Homo habilis- se observan en la imagen que a continuación se presenta.

Imagen 5. Homo habilis y sus rasgos distintivos



Con los instrumentos produjeron alimentos –recolección de productos vegetales y caza de animales salvajes-; después apareció el Homo erectus, quien primero controló el fuego natural y luego lo produjo. Este invento fue crucial para el desarrollo de la especie humana, ya que con el fuego el hombre primitivo pudo cocinar sus alimentos. Esto hizo más asimilables los alimentos y repercutió en el desarrollo cuantitativo y cualitativo del cerebro, y la anatomía derivada del bipedismo del hombre primitivo favoreció el surgimiento del lenguaje articulado, que junto con un cerebro más complejo fueron la base del origen del pensamiento abstracto, con lo que surgió el Homo sapiens hace unos cuarenta mil años en Europa.

Los rasgos cuantitativos y cualitativos del Homo sapiens se muestra en la imagen siguiente.

Imagen 6. Características del hombre moderno -Homo sapiens-



Es evidente que la tectónica de placas altera el relieve de la superficie terrestre y con ello el escenario espacial en el que se mueve la atmósfera para generar el tiempo y el clima. Este en su movimiento cuantitativo –continuidad- y cualitativo –discontinuidad-, contribuye a la adaptación, aparición y extinción de las especies vivas en general y condicionó la aparición de la especie humana en particular. Así pues, si para el origen de la especie humana el clima condicionado por la tectónica de placas, fue esencial y con mayor razón para la flora y la fauna, que se adapta pasivamente al clima.


4. Conclusiones

La tectónica de placas que formó el valle del Rift en el Este de África y el cierre geológico del istmo de Panamá, eventos geológicos que modificaron el relieve terrestre, con lo que alteraron la circulación marina y de la atmósfera y con ello cambiaron cualitativamente al clima.

Con el cambio climático, los bosques y selvas hábitat en el que se movían nuestros antepasados homínidos en lo esencial todavía cuadrúpedos, fueron reemplazados por una extensa sabana –llanuras con vegetación arbórea muy espaciada-, por lo que tuvieron que descender al suelo y desplazarse en la sabana para buscar alimentos. El caminar cuadrúpedo ya no correspondía a las nuevas condiciones ambientales, por lo que por necesidad surgió el bipedismo y con éste apareció nuestro antecesor más próximo: el australopiteco.

El caminar erguido significó toda una revolución biológica, ya que liberó las extremidades anteriores –manos- con las que pudo manipular objetos para apropiarse de alimentos y para defenderse de las fieras salvajes. Seguramente la mayoría de los australopitecos desaparecieron dada la adversidad de las nuevas condiciones ambientales y por depredación de los animales salvajes. Sin embargo, algunos sobrevivieron y empezaron la elaboración de instrumentos de trabajo y de defensa rudimentarios, proceso que condicionó la aparición del hombre primitivo: el Homo habilis hace unos 2-2.5 millones de años. Después surgió el Homo erectus, hombre que perfeccionó la fabricación de instrumentos de trabajo; además, produjo el fuego, invento que fue crucial para el desarrollo de la especie humana, ya que permitió la cocina de los alimentos. Estos se hicieron más asimilables, lo que repercutió en el desarrollo de un cerebro más complejo, que junto con el lenguaje articulado favorecido por el bipedismo, contribuyeron al surgimiento del pensamiento abstracto, con lo que aparece el Homo sapiens en Europa hace unos 40.000 años

En síntesis, es evidente que los últimos eventos tectónicos importantes (formación del valle del Rift en el Este de África y el cierre geológico del istmo de Panamá), modificaron el relieve terrestre y con ello alteraron la circulación oceánica y atmosférica, condiciones que cambiaron el clima. La formación del valle del Rift modificó el clima cualitativamente, pues lo cambio de cálido húmedo a seco; y el cierre geológico del istmo de Panamá, cambio el clima solo cuantitativamente, pues únicamente incrementó su aridez tornandolo más seco. Este cambio produjo el relevo de bosques y selvas hábitat de nuestros antecesores homínidos, por la sabana y con ésta se produjo la transformación cualitativa de los australopitecos en especie humana.


5. Bibliografía

Arzuaga Juan y Martínez Ignacio. 1998. La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Ediciones Planeta Madrid, S.A. España. Vigésima séptima impresión (2010).

Coates Anthony. 2011. Cómo el Istmo de Panamá cambió el mundo. https://www.vistaalmar.es/medio.../1586-como-istmo-panama-cambio-mundo.html

Diario ABC. 2014. Así contribuyó Panamá a cambiar el mundo. www.abc.es/natural.../abci-museo-ciencias-naturales-panama-201410011110.html.

Hazen Robert. 2015. La historia de la Tierra. Los primeros 4500 millones de años. Del polvo estelar al planeta viviente. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. México, D.F.

Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. 2011. Como el istmo de Panamá cambio el mundo. https://www.vistaalmar.es/medio.../1586-como-istmo-panama-cambio-mundo.html.

Ore Belsuzarri Hebert. 2015. La Corriente del Golfo y su influencia en el clima y la historia del océano Atlántico (3).

Rizzo Heber. 2008. Evolución humana y tectónica de placas. elatrildelorador.blogspot.com/2008/11/evolucin-humana-y-tectnica-de-placas.html

Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Istmo_de_Panamá.
 

miércoles, 4 de octubre de 2017

CONTRIBUCIÓN AL ENTENDIMIENTO DE LOS TERREMOTOS

CONTRIBUCIÓN AL ENTENDIMIENTO DE LOS TERREMOTOS

Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx

1. Introducción

Los terremotos representan un momento catastrófico en el movimiento permanente de la corteza terrestre, tal como lo confirmó la teoría de la tectónica de placas, por consiguiente, son antecedidos por movimientos de la superficie de la Tierra de menor intensidad de las mayoría de las veces imperceptibles, pero en realidad diario tiembla como lo registran los sismógrafos; así como son sucedidos después por réplicas cada vez de más baja intensidad hasta que se restablece la normalidad –equilibrio- en la corteza terrestre. Es decir, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica: de los sismos precursores que anteceden al terremoto y de éste a las réplicas que le suceden después.

Haciendo abstracción de la naturaleza cíclica del movimiento de la superficie terrestre, también se puede decir que la movilidad de la corteza terrestre es la unidad contradictoria de la cantidad –gradualidad- que no altera la normalidad de superficie terrestre, pero que si se rebasa un rango –medida- aparece una nueva cualidad mediada por un cambio catastrófico en forma de terremoto y tiene como causa la interacción de las placas litosféricas: convergencia, divergencia, fricción y a veces fractura de una placa litosferica.

Con base en los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas), el presente escrito estudia uno de los procesos geológicos singulares más catastróficos: los terremotos que han acompañado a la Tierra desde su formación hace 4500 millones de años, cuando nuestro planeta era sacudido violentamente en su totalidad por el impacto de meteoritos, asteroides, cometas, etc.; y después, cuando aparecieron las cortezas, primero la oceánica y luego la continental, cuando la Tierra tenía entre 100 y 500 millones de años (Hazen, 2015), los temblores se restringieron a la corteza terrestre sacudida por la interacción entre las placas tectónicas. Como nuestro planeta es una parte finita del universo, por consiguiente, los marcos de referencia son importantes para el entendimiento de los terremotos. Esto es así porque lo general esta inmerso en lo singular y ambos están vinculados con lo particular como eslabón intermedio.


2. Marco de referencia teórico

El marco de referencia teórico que orienta el presente escrito son las leyes universales de la dialéctica descubiertas y expuestas por Hegel en en su monumental obra: Ciencia de la lógica entre 1812 y 1816.

La ley del tránsito recíproco de la cantidad y la cualidad, la expone en la primera parte de su obra: en la doctrina del ser. Este en su movimiento se da una existencia como ser finito. El ser finito está constituido por la unidad contradictoria de la cantidad y la cualidad. Esta es idéntica al ser, por consiguiente, en su movimiento cuantitativo se conserva hasta cierto límite, que si se rebasa, se transforma en una nueva cualidad. El rango en el que se mueve la vieja cualidad, se conoce como medida, de tal forma que la cualidad mientras se mueva en los límites que definen a la cualidad, permanece, pero si se rebasa, se produce un salto –cambio brusco-, a través del cual la vieja cualidad es relevada por una nueva cualidad. Así pues, la ley del tránsito recíproco de la cualidad y la cantidad, establece que todos los objetos, se mueven, es decir, son procesos, que cambian gradualmente, hasta que se produce un cambio repentino, con el aparece una nueva cualidad. En suma el movimiento es la unidad de la cantidad y la cualidad, de la continuidad, discontinuidad, de la evolución y la revolución, etc. Se aplica, cuando se analiza cualquier objeto de estudio en su movimiento y tiene carácter universal.

La ley de la contradicción, la expone en la segunda parte de su lógica, en la doctrina de la esencia, que resulta de la negación de la doctrina del ser, al rebasarse la medida. La ley de la contradicción es la más importante, ya que establece que todos los objetos del universo, son la unidad de aspectos o tendencias contradictorias, cuya interacción produce el movimiento de la materia, es decir, la contradicción constituye la “fuerza” motriz que mueve a la materia. Al igual que la ley del tránsito recíproco de la cantidad y la cualidad, la ley de la contradicción tiene naturaleza universal, por consiguiente, opera en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. En suma, la ley de la contradicción, es el “alma” de la dialéctica.
La ley de la negación de la negación –naturaleza cíclica-, la expone en la tercera parte de su obra: doctrina del concepto. En esta parte, se supera, a través de la segunda negación, la esencia, para ser relevada, por una nueva cualidad: el concepto. Este constituye la “célula” del pensamiento y representa un salto –cambio cualitativo- al pasar de la esencia a la esfera del pensamiento –el concepto-, con lo que se retorna al punto de partida, el ser abstracto, del cual parte el análisis de Hegel, después de la doble negación. La ley de la negación, es el resultado de la negación recíproca del ser y la esencia. Como la negación de la negación implica el retorno al punto de partida y como esta ley es de carácter general, por consecuencia, por consiguiente, en el universo todos los procesos son cíclicos, solo se diferencian en su temporalidad.

Si bien es cierto que las leyes de la lógica ya tienen más  de 200 años de haber sido descubiertas y expuestas en su Ciencia de la lógica; no obstante, para su tiempo ya todas las ciencias habían alcanzado su madurez, después de 300 años del renacimiento de las ciencias. En este sentido, su lógica como ciencia general representa la síntesis de los conocimientos alcanzados en su época por las ciencias particulares.

Las tres leyes de la dialéctica descubiertas y expuestas por Hegel en su Ciencia de la lógica, aunque solo las considera en la esfera del pensamiento y este tiene un contenido dado por el universo material; en este sentido, tienen carácter general, ya que operan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

En virtud de que lo general está inmerso en lo particular, por consiguiente las leyes generales descubiertas por Hegel son de invaluable importancia para entender racionalmente los problemas específicos, como en este caso la naturaleza de los terremotos.


3. Teoría de la tectónica de placas

Para principios de la década de los 60 del siglo pasado existían hallazgos importantes pero dispersos, que requerían estructuración lógica con base a ciertos principios para dar forma a la nueva teoría.

Nava (2003) escribe que al inicio de los años sesenta del siglo XX se habían realizado varios descubrimientos, principalmente bandas magnéticas del fondo oceánico, así como su expansión o movilidad, la presencia de la astenósfera y el paleomagnetismo. Faltaban solamente dos ideas para integrar lógicamente los hallazgos descritos aparentemente inconexos, para obtener un panorama general de la nueva teoría:

La primera de estas ideas fue propuesta por H.H. Hess en 1962, quien inspirándose en un artículo de 1944 de A. Holmes que sugería la existencia de corrientes de convección en el manto para explicar la deriva -movimiento horizontal- continental, por consiguiente, propuso que los continentes no se mueven a través del manto, sino que son transportados por éste.
La segunda idea la proporcionó J.T. Wilson en 1965, quien propuso que los arcos -cadenas- de islas o de montañas, las cordilleras oceánicas y las zonas de fracturas marcan los límites de las placas litosféricas rígidas que se mueven unas con respecto a otras. Estas son algo así como trozos o fragmentos formados por la litósfera, capa de la Tierra que incluye la corteza y la parte del manto localizada en ella y la astenósfera, hasta una profundidad de unos 100 km. Las placas son rígidas porque al moverse interaccionan entre sí sin deformarse significativamente, excepto en los bordes, donde las deformaciones pueden ser importantes. Como entre todas las placas cubren a la totalidad del planeta, sus fronteras no están aisladas, sino que están conectadas unas con otras y se condicionan recíprocamente. Así, se produjo finalmente la Teoría de la Tectónica Integral de Placas.

Teoría de la tectónica de placas representa una profunda revolución científica en la Geología y explica racionalmente los procesos geológicos más importantes inherentes a la Tierra, procesos catastróficos resultado de la acumulación gradual de energía, que al rebasar cierto límite -medida- estalla violentamente en forma de volcanes, terremotos, tsunamis, etc. y tienen como causa la interacción entre las placas litosfericas.


4. Naturaleza de los terremotos

Con base en los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas) un terremoto (temblor o sismo) se define como un movimiento violento de la corteza terrestre. Sin embargo, un evento catastrófico es el resultado de la acumulación de cambios cuantitativos graduales que lo anteceden, pero una vez que ocurre el evento violento se producen cambios graduales que culminan una vez más con otro proceso repentino y brusco. Es decir, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica; consecuencia de una doble negación: la primera cuando la condición normal la corteza terrestre es negada por el terremoto y la segunda, cuando las réplicas niegan el temblor para retornar a la normalidad.

Así pues, es evidente que los terremotos son sacudidas violentas de la corteza terrestre, que son antecedidos por la acumulación continua de energía hasta que se rebasa un rango –medida- en la que se mueve la normalidad, pero que al rebasarlo se produce el estallamiento violento de la superficie terrestre en forma de terremoto o temblor. Después de este se producen las réplicas o sismos con una intensidad menor a la del terremoto y cada vez son de menor intensidad hasta que se restablece la normalidad. Es decir, los terremotos son antecedidos por movimientos graduales imperceptibles cuanto más se alejan del estallamiento del temblor y después de éste se producen movimientos de menor intensidad conocidos como réplicas que cada vez son menos intensas hasta que se restablece la normalidad en la corteza terrestre. En síntesis, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica, que puede ser un rasgo importante para su predicción.

El movimiento de la corteza terrestre es permanente, tal como se deduce de la teoría de la tectónica de placas, lo que significa que la superficie terrestre todo el tiempo está desplazándose con una velocidad de 4-5 cm./ año. Este movimiento prácticamente es imperceptible, pero que se va acumulando hasta que se produce la sacudida violenta de la corteza terrestre, que tiene como causa la interacción entre placas –convergencia, divergencia y fricción-, así como ocasionalmente se puede fracturar una placa, lo que da origen a un sismo intraplaca. En este sentido, Asimov (1984) afirma que la corteza terrestre está permanentemente temblando, a tal grado que cada año ocurre un millón de temblores, incluyendo, por lo menos, 100 graves y 10 catastróficos.

Las fuerzas contradictorias que mueven al planeta son: el calor (expansión) vs el frío (contracción). Como la energía interna de la Tierra es finita, en algún momento se agotará y el planeta se enfriará y con ello las placas se fracturaran y producirán terremotos intraplaca más frecuentes.


4. Conclusiones

La corteza terrestre está en permanentemente en movimiento, por consiguiente, la superficie de la Tierra todo el tiempo está temblando y solo ocasionalmente la energía acumulada estalla violentamente en forma de terremoto.

El terremoto es el evento geológico principal, pero le antecedente movimientos leves la mayoría de las veces imperceptibles, que cada vez son más intensos hasta que aparece el terremoto, después del cual le suceden las réplicas cada vez de menor intensidad hasta que la corteza vuelve a la normalidad –equilibrio-. Es decir, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica: inicia con sismos de baja intensidad que se transforman en evento catastrófico –terremoto-, para después culminar con réplicas de menor intensidad.

El terremoto es el evento intermedio catastrófico en el movimiento permanente de la corteza terrestre y tiene como causa la interacción entre las placas litosféricas, que puede ser convergencia, divergencia, fricción y ruptura intraplaca.

Los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas) son fundamentales para el conocimiento de los terremotos como procesos geológicos singulares. Lo anterior es así, ya que en lo singular está inserto lo general, ambos enlazados por lo particular como eslabón intermedio.

Indudablemente que falta mucho para entender en su totalidad la naturaleza de los terremotos, pero con la orientación y rumbo que aportan los marcos de referencia para su comprensión, en el futuro  su conocimiento se desarrollará, ya que el conocimiento también se mueve de un conocimiento parcial y fragmentario -verdad abstracta- a un conocimiento más completo -verdad concreta-. Es decir, el conocimiento se mueve de la verdad general o abstracta a la verdad concreta; y con respecto a su temporalidad, el conocimiento se mueve de la verdad relativa a la verdad absoluta.

La sociedad le ha prestado más atención a los terremotos, por las consecuencias catastróficas que producen, pero en realidad la corteza terrestre diario tiembla, debido a la movilidad permanente de las placas tectónicas.


5. Bibliografía

Asimov Isaac. 1984. Nueva guía de la ciencia. Plaza & Janes Editores, S.A. Barcelona, España.

Hazen Robert. 2015. La historia de la Tierra. Los primeros 4500 millones de años (del polvo estelar al planeta viviente. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. México, D.F.

Hegel. 1812-1816. Ciencia de la Lógica. Traducción de Mondolfo Rodolfo (1960).

Nava Alejandro. 2003. La inquieta superficie terrestre. Tercera Edición. Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V. México, D.F.