CONTRIBUCIÓN
AL ENTENDIMIENTO DE LOS TERREMOTOS
Valentín
Vásquez
Oaxaca,
México
valeitvo@yahoo.com.mx
1.
Introducción
Los
terremotos representan un momento catastrófico en el movimiento permanente de
la corteza terrestre, tal como lo confirmó la teoría de la tectónica de placas,
por consiguiente, son antecedidos por movimientos de la superficie de la Tierra
de menor intensidad de las mayoría de las veces imperceptibles, pero en
realidad diario tiembla como lo registran los sismógrafos; así como son
sucedidos después por réplicas cada vez de más baja intensidad hasta que se
restablece la normalidad –equilibrio- en la corteza terrestre. Es decir, el
movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica: de los sismos
precursores que anteceden al terremoto y de éste a las réplicas que le suceden
después.
Haciendo
abstracción de la naturaleza cíclica del movimiento de la superficie terrestre,
también se puede decir que la movilidad de la corteza terrestre es la unidad
contradictoria de la cantidad –gradualidad- que no altera la normalidad de
superficie terrestre, pero que si se rebasa un rango –medida- aparece una nueva
cualidad mediada por un cambio catastrófico en forma de terremoto y tiene como
causa la interacción de las placas litosféricas: convergencia, divergencia,
fricción y a veces fractura de una placa litosferica.
Con base en los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas), el presente escrito estudia uno de los procesos geológicos singulares más catastróficos: los terremotos que han acompañado a la Tierra desde su formación hace 4500 millones de años, cuando nuestro planeta era sacudido violentamente en su totalidad por el impacto de meteoritos, asteroides, cometas, etc.; y después, cuando aparecieron las cortezas, primero la oceánica y luego la continental, cuando la Tierra tenía entre 100 y 500 millones de años (Hazen, 2015), los temblores se restringieron a la corteza terrestre sacudida por la interacción entre las placas tectónicas. Como nuestro planeta es una parte finita del universo, por consiguiente, los marcos de referencia son importantes para el entendimiento de los terremotos. Esto es así porque lo general esta inmerso en lo singular y ambos están vinculados con lo particular como eslabón intermedio.
Con base en los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas), el presente escrito estudia uno de los procesos geológicos singulares más catastróficos: los terremotos que han acompañado a la Tierra desde su formación hace 4500 millones de años, cuando nuestro planeta era sacudido violentamente en su totalidad por el impacto de meteoritos, asteroides, cometas, etc.; y después, cuando aparecieron las cortezas, primero la oceánica y luego la continental, cuando la Tierra tenía entre 100 y 500 millones de años (Hazen, 2015), los temblores se restringieron a la corteza terrestre sacudida por la interacción entre las placas tectónicas. Como nuestro planeta es una parte finita del universo, por consiguiente, los marcos de referencia son importantes para el entendimiento de los terremotos. Esto es así porque lo general esta inmerso en lo singular y ambos están vinculados con lo particular como eslabón intermedio.
2. Marco de referencia
teórico
El
marco de referencia teórico que orienta el presente escrito son las leyes
universales de la dialéctica descubiertas y expuestas por Hegel en en su
monumental obra: Ciencia de la lógica entre 1812 y 1816.
La
ley del tránsito recíproco de la cantidad y la cualidad, la expone en la
primera parte de su obra: en la doctrina del ser. Este en su movimiento se da
una existencia como ser finito. El ser finito está constituido por la unidad
contradictoria de la cantidad y la cualidad. Esta es idéntica al ser, por
consiguiente, en su movimiento cuantitativo se conserva hasta cierto límite,
que si se rebasa, se transforma en una nueva cualidad. El rango en el que se
mueve la vieja cualidad, se conoce como medida, de tal forma que la cualidad
mientras se mueva en los límites que definen a la cualidad, permanece, pero si
se rebasa, se produce un salto –cambio brusco-, a través del cual la vieja
cualidad es relevada por una nueva cualidad. Así pues, la ley del tránsito
recíproco de la cualidad y la cantidad, establece que todos los objetos, se
mueven, es decir, son procesos, que cambian gradualmente, hasta que se produce
un cambio repentino, con el aparece una nueva cualidad. En suma el movimiento
es la unidad de la cantidad y la cualidad, de la continuidad, discontinuidad,
de la evolución y la revolución, etc. Se aplica, cuando se analiza cualquier
objeto de estudio en su movimiento y tiene carácter universal.
La
ley de la contradicción, la expone en la segunda parte de su lógica, en la
doctrina de la esencia, que resulta de la negación de la doctrina del ser, al
rebasarse la medida. La ley de la contradicción es la más importante, ya que
establece que todos los objetos del universo, son la unidad de aspectos o
tendencias contradictorias, cuya interacción produce el movimiento de la
materia, es decir, la contradicción constituye la “fuerza” motriz que mueve a
la materia. Al igual que la ley del tránsito recíproco de la cantidad y la
cualidad, la ley de la contradicción tiene naturaleza universal, por
consiguiente, opera en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. En suma, la
ley de la contradicción, es el “alma” de la dialéctica.
La
ley de la negación de la negación –naturaleza cíclica-, la expone en la tercera
parte de su obra: doctrina del concepto. En esta parte, se supera, a través de
la segunda negación, la esencia, para ser relevada, por una nueva cualidad: el
concepto. Este constituye la “célula” del pensamiento y representa un salto
–cambio cualitativo- al pasar de la esencia a la esfera del pensamiento –el
concepto-, con lo que se retorna al punto de partida, el ser abstracto, del
cual parte el análisis de Hegel, después de la doble negación. La ley de la
negación, es el resultado de la negación recíproca del ser y la esencia. Como la negación de la negación implica el retorno al punto de partida y como esta ley es de carácter general, por consecuencia, por consiguiente, en el universo todos los procesos son cíclicos, solo se diferencian en su temporalidad.
Si
bien es cierto que las leyes de la lógica ya tienen más de 200 años de haber sido descubiertas y
expuestas en su Ciencia de la lógica; no obstante, para su tiempo ya todas las
ciencias habían alcanzado su madurez, después de 300 años del renacimiento de
las ciencias. En este sentido, su lógica como ciencia general representa la
síntesis de los conocimientos alcanzados en su época por las ciencias
particulares.
Las
tres leyes de la dialéctica descubiertas y expuestas por Hegel en su Ciencia
de la lógica, aunque solo las considera en la esfera del pensamiento y este
tiene un contenido dado por el universo material; en este sentido, tienen
carácter general, ya que operan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.
En
virtud de que lo general está inmerso en lo particular, por consiguiente las
leyes generales descubiertas por Hegel son de invaluable importancia para
entender racionalmente los problemas específicos, como en este caso la
naturaleza de los terremotos.
3. Teoría de la
tectónica de placas
Para
principios de la década de los 60 del siglo pasado existían hallazgos
importantes pero dispersos, que requerían estructuración lógica con base a
ciertos principios para dar forma a la nueva teoría.
Nava
(2003) escribe que al inicio de los años sesenta del siglo XX se habían
realizado varios descubrimientos, principalmente bandas magnéticas del fondo oceánico,
así como su expansión o movilidad, la presencia de la astenósfera y el
paleomagnetismo. Faltaban solamente dos ideas para integrar lógicamente los
hallazgos descritos aparentemente inconexos, para obtener un panorama general
de la nueva teoría:
La
primera de estas ideas fue propuesta por H.H. Hess en 1962, quien inspirándose
en un artículo de 1944 de A. Holmes que sugería la existencia de corrientes de
convección en el manto para explicar la deriva -movimiento horizontal-
continental, por consiguiente, propuso que los continentes no se mueven a
través del manto, sino que son transportados por éste.
La
segunda idea la proporcionó J.T. Wilson en 1965, quien propuso que los arcos
-cadenas- de islas o de montañas, las cordilleras oceánicas y las zonas de
fracturas marcan los límites de las placas litosféricas rígidas que se mueven
unas con respecto a otras. Estas son algo así como trozos o fragmentos formados
por la litósfera, capa de la Tierra que incluye la corteza y la parte del manto
localizada en ella y la astenósfera, hasta una profundidad de unos 100 km. Las
placas son rígidas porque al moverse interaccionan entre sí sin deformarse
significativamente, excepto en los bordes, donde las deformaciones pueden ser
importantes. Como entre todas las placas cubren a la totalidad del planeta, sus
fronteras no están aisladas, sino que están conectadas unas con otras y se
condicionan recíprocamente. Así, se produjo finalmente la Teoría de la
Tectónica Integral de Placas.
Teoría
de la tectónica de placas representa una profunda revolución científica en la
Geología y explica racionalmente los procesos geológicos más importantes
inherentes a la Tierra, procesos catastróficos resultado de la acumulación
gradual de energía, que al rebasar cierto límite -medida- estalla violentamente
en forma de volcanes, terremotos, tsunamis, etc. y tienen como causa la
interacción entre las placas litosfericas.
4. Naturaleza de los terremotos
Con base en los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas) un terremoto (temblor o sismo) se define como un movimiento violento de la
corteza terrestre. Sin embargo, un evento catastrófico es el resultado
de la acumulación de cambios cuantitativos graduales que lo anteceden, pero una
vez que ocurre el evento violento se producen cambios graduales que culminan
una vez más con otro proceso repentino y brusco. Es decir, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica; consecuencia de una doble negación: la primera cuando la condición normal la corteza terrestre es negada por el terremoto y la segunda, cuando las réplicas niegan el temblor para retornar a la normalidad.
Así pues, es evidente que los terremotos son sacudidas violentas de la corteza terrestre, que son antecedidos por la
acumulación continua de energía hasta que se rebasa un rango –medida- en la que
se mueve la normalidad, pero que al rebasarlo se produce el estallamiento
violento de la superficie terrestre en forma de terremoto o temblor. Después de
este se producen las réplicas o sismos con una intensidad menor a la del terremoto
y cada vez son de menor intensidad hasta que se restablece la normalidad. Es decir,
los terremotos son antecedidos por movimientos graduales imperceptibles cuanto
más se alejan del estallamiento del temblor y después de éste se producen
movimientos de menor intensidad conocidos como réplicas que cada vez son menos
intensas hasta que se restablece la normalidad en la corteza terrestre. En síntesis,
el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica, que puede ser
un rasgo importante para su predicción.
El
movimiento de la corteza terrestre es permanente, tal como se deduce de la
teoría de la tectónica de placas, lo que significa que la superficie terrestre
todo el tiempo está desplazándose con una velocidad de 4-5
cm./ año. Este movimiento prácticamente es imperceptible, pero que se va acumulando hasta que se
produce la sacudida violenta de la corteza terrestre, que tiene como causa la
interacción entre placas –convergencia, divergencia y fricción-, así como
ocasionalmente se puede fracturar una placa, lo que da origen a un sismo
intraplaca. En este sentido, Asimov (1984) afirma que la corteza terrestre está permanentemente temblando, a tal grado que cada año ocurre un millón de temblores, incluyendo, por lo menos, 100 graves y 10 catastróficos.
Las fuerzas contradictorias que mueven al planeta son: el calor (expansión) vs el frío (contracción). Como la energía interna de la Tierra es finita, en algún momento se agotará y el planeta se enfriará y con ello las placas se fracturaran y producirán terremotos intraplaca más frecuentes.
4. Conclusiones
La
corteza terrestre está en permanentemente en movimiento, por consiguiente, la
superficie de la Tierra todo el tiempo está temblando y solo ocasionalmente la
energía acumulada estalla violentamente en forma de terremoto.
El
terremoto es el evento geológico principal, pero le antecedente movimientos
leves la mayoría de las veces imperceptibles, que cada vez son más intensos
hasta que aparece el terremoto, después del cual le suceden las réplicas cada
vez de menor intensidad hasta que la corteza vuelve a la normalidad –equilibrio-.
Es decir, el movimiento de la corteza terrestre es de naturaleza cíclica: inicia
con sismos de baja intensidad que se transforman en evento catastrófico –terremoto-,
para después culminar con réplicas de menor intensidad.
El
terremoto es el evento intermedio catastrófico en el movimiento permanente de
la corteza terrestre y tiene como causa la interacción entre las placas
litosféricas, que puede ser convergencia, divergencia, fricción y ruptura
intraplaca.
Los marcos de referencia teóricos: general (leyes universales) y particular (teoría de la tectónica de placas) son fundamentales para el conocimiento de los terremotos como procesos geológicos singulares. Lo anterior es así, ya que en lo singular está inserto lo general, ambos enlazados por lo particular como eslabón intermedio.
Indudablemente que falta mucho para entender en su totalidad la naturaleza de los terremotos, pero con la orientación y rumbo que aportan los marcos de referencia para su comprensión, en el futuro su conocimiento se desarrollará, ya que el conocimiento también se mueve de un conocimiento parcial y fragmentario -verdad abstracta- a un conocimiento más completo -verdad concreta-. Es decir, el conocimiento se mueve de la verdad general o abstracta a la verdad concreta; y con respecto a su temporalidad, el conocimiento se mueve de la verdad relativa a la verdad absoluta.
La
sociedad le ha prestado más atención a los terremotos, por las consecuencias
catastróficas que producen, pero en realidad la corteza terrestre diario tiembla,
debido a la movilidad permanente de las placas tectónicas.
5. Bibliografía
Asimov Isaac. 1984. Nueva guía de la ciencia. Plaza & Janes Editores, S.A. Barcelona, España.
Hazen Robert. 2015. La historia de la Tierra. Los primeros 4500 millones de años (del polvo estelar al planeta viviente. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. México, D.F.
Asimov Isaac. 1984. Nueva guía de la ciencia. Plaza & Janes Editores, S.A. Barcelona, España.
Hazen Robert. 2015. La historia de la Tierra. Los primeros 4500 millones de años (del polvo estelar al planeta viviente. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. México, D.F.
Hegel.
1812-1816. Ciencia de la Lógica. Traducción de Mondolfo Rodolfo (1960).
Nava
Alejandro. 2003. La inquieta superficie terrestre. Tercera Edición. Fondo de
Cultura Económica, S.A. de C.V. México, D.F.
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