LOS CLIMAS DEL MUNDO Y DE MÉXICO
Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx
1. Introducción
La energía que mueve a la Tierra y su
atmósfera, proviene de dos fuentes: una interna derivada de la desintegración
(fisión nuclear) de los elementos químicos radiactivos –principalmente uranio,
torio y un isotopo del potasio 40-, contenidos en la corteza terrestre y parte
superior del manto terrestre. Dadas las elevadas temperaturas y presiones del
manto terrestre, se comporta como un fluido en el que el calor se transfiere
por convección, desde las profundidades del mismo hasta la superficie en la que
se enfría y en su movimiento horizontal, mueve las placas tectónicas, las
cuales en su interacción producen las formas del relieve y los océanos por los
que se mueve la atmósfera. La segunda fuente de energía es la proveniente del
Sol; específicamente cada segundo se queman en su núcleo por procesos físicos
de fusión de núcleos de hidrógeno (500 millones de toneladas) para convertirse
en núcleos de helio (496 millones de toneladas) y energía solar (4 millones de
toneladas) que se transfiere a la Tierra, a través del movimiento ondulatorio
de micro-partículas llamadas fotones. Esta es la energía que mueve a la
atmósfera para generar el tiempo y el clima.
Las ciencias que tienen por objeto de
estudio a la atmósfera y en particular al tiempo y al clima son, la
Meteorología y Climatología, respectivamente.
El tiempo meteorológico objeto de
estudio de la Meteorología, se caracteriza por la continua variabilidad
atmosférica; por esto, se define como el estado momentáneo de la atmósfera en
un lugar determinado. El clima, por el contrario, expresa la estabilidad
relativa a largo plazo de la atmósfera en una región particular –espacio-; en
este sentido, puede definirse como el estado más frecuente de la atmósfera y
para su cuantificación, se recurre a la estadística, específicamente a las
medidas de tendencia central, especialmente los promedios de las variables
atmosféricas, lo que implica definir al clima como el estado promedio de la atmósfera.
El estado cambiante del tiempo
meteorológico no permite la adaptación de los seres vivos; en cambio, el clima
al expresar las condiciones más frecuentes de la atmósfera, es el que favorece
la adaptación de las especies biológicas. Así pues, el tiempo varía de un
momento a otro y el clima de un lugar –espacio- a otro. En este sentido, la
distribución espacial o geográfica de
los seres vivos, está condicionada por la variabilidad espacial del clima.
2. Fundamentación teórica
En el universo existen básicamente dos
tipos de fenómenos materiales: los acontecimientos únicos -singulares- que se
suceden infinitamente, como son los casos del movimiento de los planetas
alrededor del Sol y la distribución espacial de océanos y continentes. El mismo
fenómeno singular, se sucede en el tiempo infinidad de veces. Son los
mismos hechos singulares los que se han estado sucediendo durante millones de
años. Estos dos tipos de movimientos singulares, siempre se han
presentado ante nuestra sensibilidad como apariencias y fue necesario recurrir
al pensamiento abstracto, para descubrir la esencia oculta detrás de la
apariencia. Así, fue como Copérnico en 1543 en su obra: Sobre las
revoluciones de los cuerpos celestes expuso la teoría heliocéntrica,
en la que la Tierra “inmóvil” como se percibe se transformó en una Tierra que
al igual que el resto de los planetas en realidad se mueve alrededor del Sol.
Lo mismo sucedió con la distribución espacial de los océanos y continentes, que
siempre se han percibido como la coexistencia de los mismos continentes y
océanos –unos al lado de los otros-; pero fue Wegener, quien en 1912 propuso la
hipótesis de la deriva continental, a partir de un mega-continente llamado
Pangea hace unos 225 millones de años. En ambos casos, el conocimiento
científico se ha movido de la apariencia a la esencia y también en los dos
casos se ha pasado de la inmovilidad de la Tierra y de la inmovilidad de
océanos y continentes a la movilidad. Es decir, la contradicción entre la
apariencia y la esencia es la que mueve al conocimiento científico.
Otros tipos de fenómenos materiales,
son los que se presentan masivamente como una infinidad de hechos singulares;
en este caso se trata no de apariencias sino de hechos reales muy comunes en el
universo, tales son por ejemplo los movimientos de la infinidad de las
moléculas de un gas, rendimientos de los cultivos y para el caso de la
atmósfera, se tiene una infinidad de datos meteorológicos - temperatura,
lluvia, evaporación, etc.- que se miden en las estaciones meteorológicas.
Cuando se presenta el segundo caso y particularmente el estudio del comportamiento de la atmósfera, se tiene una gran cantidad de datos meteorológicos singulares, que dada su naturaleza son muy abundantes y variables; pero lo que la ciencia busca es encontrar detrás de la multitud de los datos singulares, lo universal, que constituye su fundamento. En este sentido, lo que permanece en la variabilidad de los datos meteorológicos singulares, es el tiempo -el momento- que constituye su universalidad, la cual debe estar plasmada en la definición del tiempo meteorológico: estado momentáneo de la atmósfera en un lugar –espacio- determinado. Lo universal, como su nombre lo indica es lo uno en lo múltiple -singular-. La verdad de lo singular múltiple está en lo universal. En este sentido el conocimiento tiene que moverse de lo singular a lo universal. Este es lo común que se repite en los objetos singulares y constituye el fundamento teórico de lo singular.
Por otro lado, toda ciencia estudia leyes y con las leyes naturales está relacionado un aspecto de trascendental importancia, como es la necesidad; es decir, que la ciencia no estudia la contra-parte de la necesidad, la casualidad individual, puesto que una casualidad individual, es todo acontecimiento singular que puede suceder o no y de una u otra forma. Sin embargo, cuando los fenómenos casuales, se presentan masivamente, detrás de las casualidades se abre paso una tendencia necesaria objeto de estudio de las leyes estadísticas.
Los datos meteorológicos son un
conjunto de datos singulares -casuales- que al aplicarles la estadística, se
obtienen valores promedios que caracterizan al clima. En este sentido, el clima
se define como el estado promedio de la atmósfera en una región determinada.
El conocimiento del clima es muy importante, ya que los seres vivos se adaptan a las condiciones climáticas principalmente. Así su distribución espacial en la Tierra está determinada por la distribución geográfica de los climas en el mundo.
Detrás de la Meteorología y la
Climatología, están los conceptos contradictorios fundamentales: singular vs
general, necesidad vs casualidad y sobre todo el tiempo y el espacio. Con la
aplicación de la estadística a los datos del tiempo meteorológico, se obtienen
los valores promedio de las principales variables atmosféricas que caracterizan
al clima. Así pues, el tiempo y el clima están fusionados, ya que ambos
tienen el mismo objeto de estudio: el movimiento –temporalidad- de la
atmósfera. La Meteorología a corto plazo y la Climatología a largo plazo.
3. Conceptualización y
definiciones del tiempo y del clima
Thompson y O´ Brien (1984) explican que
la Tierra en sus movimientos mecánicos de traslación y rotación, se mueve a más
de 110,0000 y 1670 km/hora respectivamente. El movimiento de traslación
determina la geometría de la órbita terrestre alrededor del Sol y el movimiento
de rotación conjuntamente con el ángulo de inclinación del eje terrestre
determina las estaciones del año. Ambos tipos de movimiento condicionan la
cantidad de energía solar que la Tierra recibe y que posteriormente emite en
forma de calor para calentar a la atmósfera y moverla para generar el tiempo y
el clima. Además, los mismos autores, señalan que la atmósfera es una mezcla de
gases, siendo los más importantes cuantitativamente el Nitrógeno (78%), el
Oxígeno (21%) y el Bióxido de carbono (0.03%). Estos son los componentes
gaseosos más importante del aire seco; sin embargo, en condiciones
reales, la atmósfera siempre tiene determinada cantidad de vapor de agua (0-4%)
y constituye el principal componente meteorológico que junto con el CO2
determinan el tiempo y el clima.
García (1989) define al tiempo
meteorológico como el estado momentáneo de la atmósfera y al clima como el
estado más frecuente de la atmósfera en un lugar –espacio- determinado.
Garduño (1994) afirma que la
Meteorología estudia el estado de la atmósfera en un momento y lugar
determinados, mientras que el Clima es el promedio de las condiciones
meteorológicas en un sitio –espacio- determinado y es objeto de estudio de la
Climatología.
Yagüe (2000) define al tiempo
meteorológico o tiempo atmosférico como el conjunto de características físicas
de la atmósfera que se presentan en un lugar y en un tiempo determinado. Al
clima lo define como el conjunto de características atmosféricas propias
de una región a lo largo de las estaciones y los años; es decir, el clima es el
promedio del tiempo meteorológico en un plazo relativamente prolongado.
4. Marco de referencia físico-geográfico
El marco de referencia físico-geográfico
incluye la localización geográfica y el relieve. La ubicación geográfica,
particularmente la latitud, determina la cantidad de radiación que incide en
las diferentes regiones de la Tierra. Respecto al relieve que tiene que ver con
las formas del paisaje de la superficie terrestre, también es importante, ya
que condiciona la naturaleza del movimiento del aire y éste en su movimiento
determina el tiempo y el clima. Así pues, tanto la latitud como el relieve,
condicionan la naturaleza del clima en la Tierra.
4.1. Marco de referencia geográfico
La localización geográfico-espacial,
particularmente la latitud determina la cantidad de radiación solar que el Sol
aporta en su movimiento aparente de Este a Oeste durante el día y el año, cuya trayectoria
coincide con los paralelos o latitudes en que se divide la Tierra.
La localización geográfica de los
paralelos más importantes se presenta en la siguiente imagen.
Imagen 1. Latitud: distancia de un sitio al Ecuador medida en °
La importancia de la latitud en la
determinación de los climas de la Tierra se muestra en la imagen siguiente.
Imagen 2. Importancia de la latitud en la generación de los climas
En la anterior figura, se observa que la latitud es muy importante en la distribución de la energía solar proveniente del Sol, condicionada por la geometría de la Tierra -esfera- e inclinación del eje terrestre, factores que determinan que la región intertropical, localizada entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio reciben mayor cantidad de radiación en comparación del resto del planeta que recibe menos cantidad de radiación. De esta manera, se forman tres zonas térmicas en cada hemisferio: cálida en la zona intertropical, templada y fría en cada polo. En correspondencia con las zonas térmicas, también el clima varía y las especies vivas adaptadas se aprecian en la figura descrita.
4.2. Marco de referencia físico
El marco de referencia físico está
constituido principalmente por el relieve, especialmente por la orografía
–montañas- que condicionan el movimiento vertical del aire –ascenso y descenso-
y en correspondencia con ello se genera enfriamiento y calentamiento de la
atmósfera, favoreciendo en el primer caso la condensación del vapor de agua y
con ello la formación de nubes, y como consecuencia mayores probabilidades de
lluvia, contrastando con el calentamiento que no permite la formación de nubes,
por consiguiente, está asociado a climas secos.
La distribución espacial de los océanos y continentes -junto su relieve- se presenta en la imagen siguiente.
Imagen 3. Distribución de océanos, continentes y relieve de la Tierra
La coexistencia espacial de océanos y continentes -con su relieve asociado, principalmente montañas- son muy importantes para el clima, pues constituyen el escenario espacial por el que se mueve el aire para generar el tiempo y el clima. Generalmente, los vientos
procedentes de los continentes son secos y los provenientes de los
océanos son húmedos. Además, las diferencias de presión atmosférica que genera
a los vientos, varía en correspondencia con la estación del año.
Así, en invierno –enero- debido a las
bajas temperaturas los centros de alta y baja presión se desplazan hacia el
sur, y, en verano cuando las temperaturas son más elevadas los centros de baja
y alta presión se desplazan hacia el norte. En correspondencia con el
movimiento de los centros de alta y baja presión, los vientos cambian de
dirección y con ello, también el tiempo y el clima varía.
La ubicación espacial de los centros de
alta y baja presión, y los correspondientes vientos que se generan en enero
–invierno- se presentan en la imagen siguiente.
Imagen 4. Distribución de centros de alta y baja presión en invierno
En el invierno la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ) de baja presión se desplaza ligeramente hacia el sur del Ecuador geográfico, a la que se dirigen los vientos Alisios de Noreste y Sureste procedentes de los centros de alta presión localizados a los 30° latitudes norte y sur. El enfriamiento es intenso en Asia y la India y dada su gran dimensión espacial es extenso, de donde parten los Vientos Monzónicos hacia el Océano Índico, que dada su procedencia continental, se trata de vientos secos.
En el caso de México, el desplazamiento descrito, hace que en el invierno en su mayor extensión prácticamente no llueva, a excepción de la porción norte de Baja California Sur -Tijuana y Mexicali-, debido a que los vientos se mueven del Océano Pacífico al continente, generando así un clima de tipo mediterráneo, caracterizado por lluvias en invierno y veranos secos. Por la misma razón, en el resto del país en general no llueve, las pocas lluvias de tipo frontal, que ocurren por la interacción de masas de aire frío procedentes del norte y masas de aire cálido provenientes del sur y aportan humedad principalmente en los estados de Veracruz y Tabasco.
En el caso de México, el desplazamiento descrito, hace que en el invierno en su mayor extensión prácticamente no llueva, a excepción de la porción norte de Baja California Sur -Tijuana y Mexicali-, debido a que los vientos se mueven del Océano Pacífico al continente, generando así un clima de tipo mediterráneo, caracterizado por lluvias en invierno y veranos secos. Por la misma razón, en el resto del país en general no llueve, las pocas lluvias de tipo frontal, que ocurren por la interacción de masas de aire frío procedentes del norte y masas de aire cálido provenientes del sur y aportan humedad principalmente en los estados de Veracruz y Tabasco.
La localización geográfica de los
centros de baja y alta presión y los vientos que generan en julio –verano- se
presentan en la siguiente imagen.
Imagen 5. Localización de los centros de alta y baja presión en verano
Para el verano el proceso físico se invierte, la ITCZ -baja presión- por el mayor calentamiento se desplaza hacia el norte, a tal grado que en algunas regiones llega hasta los 30° latitud norte -Asia y la India- y su contra-parte: los centros de alta presión se localizan en Océano Índico: Ahora los Vientos Monzónicos de verano se dirigen del mar al continente Indo-asiático y dada su procedencia marítima, aportan gran cantidad de humedad en dicho continente en verano.
Para México, en el verano se forma un centro de alta presión extenso en las Bermudas, de donde parten los Vientos Alisios del Noreste al ITCZ de baja presión localizado al sur oeste de México, condición que favorece la ocurrencia de lluvias considerables durante el verano, especialmente en su región sureste. Así pues, los climas de México están condicionados por su posición geográfico-espacial y por el relieve.
Para México, en el verano se forma un centro de alta presión extenso en las Bermudas, de donde parten los Vientos Alisios del Noreste al ITCZ de baja presión localizado al sur oeste de México, condición que favorece la ocurrencia de lluvias considerables durante el verano, especialmente en su región sureste. Así pues, los climas de México están condicionados por su posición geográfico-espacial y por el relieve.
La localización geográfica de México se
presenta en la siguiente imagen.
Imagen 6. Localización geográfica de México
En la imagen mostrada, se observa que el país se localiza geográficamente entre los paralelos 14°32´ y 32 50' latitud norte. Por su ubicación geográfica, es evidente que el país está influenciado por su posición tropical en la parte sureste, particularmente entre los 14°32' y el trópico de Cáncer -23.5°-, por consiguiente, aquí se encuentra la región más lluviosa del País, determinada por su ubicación geográfica, principalmente la latitud. Contrastando con la región tropical descrita, la parte norte de México por su localización geográfica coincide con la faja de los desiertos en la que se localizan los centros de altas presiones, en los que las masas de aire son descendentes, proceso físico que por su calentamiento del aire, no favorece la condensación del vapor de agua, en consecuencia, se trata de regiones secas.
Aunado a la posición geográfica, el relieve, particularmente la orografía –sierras- es también importante, al condicionar al clima en México, como se muestra en la imagen siguiente.
Aunado a la posición geográfica, el relieve, particularmente la orografía –sierras- es también importante, al condicionar al clima en México, como se muestra en la imagen siguiente.
Imagen 7. Relieve general de México
En la imagen anterior, se muestra el relieve principal de México, consistente básicamente por las sierras: Madre Occidental, Madre del Sur, Madre Oriental y Neo-volcánica Transversal, así como de llanuras: Costera del Golfo, Costera del Pacífico, de la Península de Yucatán y la Altiplanicie Mexicana. El complejo relieve del País, contribuye a la diversidad de climas y con ello de la flora y la fauna.
Específicamente la Sierra Madre Occidental y su influencia en el tipo de clima, se presenta en la imagen que se observa a continuación.
Específicamente la Sierra Madre Occidental y su influencia en el tipo de clima, se presenta en la imagen que se observa a continuación.
Imagen 8. Sierra Madre Occidental y su influencia en el clima
En la imagen precedente, es evidente que el aire húmedo y caliente proveniente del Océano Pacífico al interaccionar con la Sierra Madre Occidental se eleva y se enfría, dando como resultado la condensación del vapor de agua de la atmósfera y la consiguiente formación de nubes y con ello la ocurrencia de lluvias de tipo orográfico. Contrastando con la ladera orientada al Océano Pacífico, está la otra ladera en la que las masas de aire son descendentes, por lo que el aire se calienta y de menor contenido de humedad, ya no favorece la condensación del vapor de agua, en consecuencia, se presenta un clima seco. En síntesis, es el ascenso -baja presión- y descenso -alta presión- lo que genera que en la "falda" de la Sierra Madre Occidental orientada al Océano Pacífico se húmeda y la otra sea seca.
La otra sierra que funciona como barrera montañosa que determina el clima en México, se aprecia en la imagen siguiente.
Imagen 9. Sierra Madre Oriental y su influencia en el clima
En la imagen arriba mostrada, se observa como los vientos cálido-húmedos procedentes del Golfo de México, al interaccionar con la Sierra Madre Oriental, ascienden -baja presión- y se enfrían para generar la condensación del vapor de agua del aire y con ello la formación de las nubes, así como la ocurrencia de lluvias de tipo orográfico. Una vez que el aire supera la parte más alta de la sierra, desciende -alta presión- y se calienta, proceso que no favorece la condensación del vapor de agua, además, que se trata de un viento seco; por consiguiente, el clima es cálido y seco. En correspondencia con los dos tipos de clima, la vegetación y la fauna es abundante, en la ladera orientada hacia el Golfo de México, contrastando con la otra ladera, en la que la flora y la fauna es escasa debido a la poca humedad.
5. Clasificaciones de los climas
5. Clasificaciones de los climas
Time-Life (1997) explica que en 1900 el
climatólogo alemán Vladimir Koppen, clasificó los climas del mundo en cinco
tipos, con base en la temperatura, la lluvia y la evaporación de la atmósfera;
así como a la latitud, principal factor que condiciona la cantidad de radiación
que incide sobre la Tierra.
La clasificación de climas de Koppen se
presenta en el cuadro 1.
Cuadro 1. Clasificación climática de Koppen
Tipo
|
Cualidad
|
Cantidad
|
A
|
Climas lluviosos tropicales (espacio entre
trópicos a 23.5° latitudes Norte y Sur).
|
Temperatura promedio del mes más frío superior a
18°C.
|
B
|
Climas secos (espacio definido por las zonas de
alta presión a los 30° latitudes Norte y Sur.
|
Evaporación (E) excede a la precipitación (P).
Siempre se presenta déficit hídrico (P<E).
|
C
|
Climas templados y húmedos (espacio definido por
zonas de baja presión a 60° latitudes Norte y Sur.
|
Temperatura media del mes más frío menor de 18°C
y superior a -3°C.
|
D
|
Climas boreales o de nieve y bosque (espacio
definido por: 90° <latitudes <60° Norte y Sur).
|
Temperatura media del mes más frío menor de 18° y
superior a -3° y la del mes más cálido superior a 10°C.
|
E
|
Climas polares o de nieve (espacio determinado
por latitudes de 90°C Norte y Sur).
|
Temperatura media del mes más cálido inferior a
0°C.
|
La distribución espacial de los climas
del mundo, según la clasificación climática de Koppen, se presenta en la figura
1.
Imagen 10. Distribución espacial de los climas del Mundo según Koppen
En la imagen anterior se muestran los
cinco tipos de climas del mundo condicionados por la latitud, según la
clasificación climática de Koppen. Además, se muestra el clima de altura que
está condicionado por el relieve-montañas-.
A nivel global en cada polo terrestre, existen cuatro tipos de climas condicionados por la dinámica mecánica de la atmósfera. En la zona ecuatorial en la que la incidencia de la radiación solar es más intensa, las elevadas temperaturas producen el ascenso de las masas de aire, con lo que la atmósfera se enfría, se origina la condensación y la formación de nubes; por consiguiente, en las regiones cercanas al ecuador se presentan climas cálido húmedos. El aire no puede ascender infinitamente, llega un momento que por su enfriamiento, se vuelve pesado y derrama horizontalmente en la tropósfera superior y desciende a los 30° latitudes norte y sur, generando dos zonas de alta presión. Esto explica la existencia de climas secos en estas regiones, que coinciden con las fajas de los desiertos, localizados al norte de México, sur de Estados Unidos, norte de África, sur de Europa y Medio Oriente. En el caso del Polo Sur, la faja de los desiertos se ubica en el desierto de Atacama en Chile, Sudáfrica y Australia. Los climas que se presentan son: BS y BW, que se interpretan respectivamente como climas seco y desértico. La masa descendente de aire al chocar con la superficie terrestre se bifurca horizontalmente: una derrama hacia el ecuador (vientos Alisios) para cerrar el ciclo convectivo, la otra se dirige hacia el polo (vientos del Oeste) y a los 60° aproximadamente choca con los vientos del este provenientes de los polos, lo que genera ascenso de las masas de aire –baja presión-, enfriamiento y condensación del vapor de agua, nubosidad y lluvias abundantes. Los países europeos, norte de Estados Unidos y Canadá ricos en agua se encuentran aproximadamente en estas latitudes. La contra-parte en el polo Sur está principalmente en Brasil, país en él que se localiza el río Amazonas, el más grande del mundo en extensión y volumen de agua.
Las masas de aire ascendentes por el enfriamiento se vuelven pesadas y derraman horizontalmente para luego descender –alta presión- en los polos. Aquí se encuentra a los 90° latitudes norte y sur los desiertos congelados de la Tierra.
En general, lo que se produce es la transferencia convectiva de calor desde el Ecuador a los polos y es este movimiento de la atmósfera lo que genera los climas a nivel global.
La distribución espacial de los centros de alta y baja presión y los correspondientes contenidos de humedad atmosférica, asociados a los climas secos -alta presión- y climas húmedos -bajas presiones-, se muestran en la siguiente figura.
La distribución espacial de los centros de alta y baja presión y los correspondientes contenidos de humedad atmosférica, asociados a los climas secos -alta presión- y climas húmedos -bajas presiones-, se muestran en la siguiente figura.
Geográficamente, México se ubica aproximadamente entre los 14 y 32° Latitud Norte y de acuerdo
a la Clasificación climática de Koppen, solo debería presentar los climas A,
caracterizados como tropicales húmedos o lluviosos y los climas secos (B). Si bien es cierto que México no se extiende hasta las latitudes polares, no obstante, dado el relieve tan accidentado que presenta; de los cinco climas de Koppen, según García (1988), en México existen cuatro, los cuales se presentan en el cuadro siguiente.
Cuadro 2. Climas de México y tipos de vegetación, según García (1988)
Grupos de climas
|
Tipo de climas
|
Tipo de vegetación
|
A: clima cálido húmedo
|
Af:
clima cálido húmedo con lluvias todo el año
Am:
clima cálido húmedo con lluvias en verano
Aw:
clima cálido sub-húmedo con lluvias en verano
|
Bosque
tropical perennifolio
|
B: clima seco
|
BS:
clima seco o árido
BW:
clima muy seco o desértico
|
Matorral
xerófilo
|
C: clima templado húmedo
|
Cf:
clima templado húmedo con lluvias todo el año
Cm:
clima templado húmedo con lluvias en verano
Cs:
clima templado sub-húmedo con lluvias en invierno
Cw:
clima templado sub-húmedo con lluvias en verano
|
Bosques
de coníferas y pino-encinos
|
E: clima polar o frío
|
ET:
clima frío
EF: clima
muy frío
|
Tundra
(musgos y líquenes)
|
Los climas A y B están determinados por la posición geográfica -latitud-, el C -templado húmedo- por el relieve -montañas- y el E -polar o frío, que aunque México no se extiende hasta la región polar, por el relieve -altitud- si lo presenta y se localiza en las porciones más altas de las cimas de los volcanes.
La coexistencia de climas unos a lado de otros -espacio- de México se presentan en la
siguiente imagen.
Imagen 12. Climas de México condicionados por la latitud y el relieve
En la imagen mostrada arriba se observa la variación espacial de los climas de México, condicionados por la localización geográfica -latitud- y relieve. Es evidente, que los climas de mayor extensión, localizados en los valles intermontanos y la porción centro norte de México, son los climas desérticos -BW- y secos o esteparios -BS-. Los climas templados y húmedos con lluvia todo el año -Cf- se ubican en regiones montañosas, los climas Aw -cálido-húmedos- se ubican en las regiones costeras y en el Sureste del País y finalmente los Eb -polares de alta montaña- se localizan en las cimas de los volcanes, en las que las alturas son de unos 5,000 metros.
7. Conclusiones
El tiempo meteorológico se define como
el estado momentáneo de la atmósfera en un lugar –espacio- determinado. El clima se define como el estado más
frecuente de la atmósfera en un lugar –espacio- determinado.
En el conjunto de datos meteorológicos casuales, se abre paso una tendencia necesaria, expresada en los valores promedio de las variables atmosféricas que caracterizan al clima. En este sentido, el clima puede ser definido como el estado promedio de la atmósfera.
En el conjunto de datos meteorológicos casuales, se abre paso una tendencia necesaria, expresada en los valores promedio de las variables atmosféricas que caracterizan al clima. En este sentido, el clima puede ser definido como el estado promedio de la atmósfera.
Los climas en el Mundo y en México, están condicionados por la localización geográfica -latitud- y por el relieve -formas de la superficie terrestre-.
Bajas presiones están asociadas a climas húmedos y altas presiones están asociadas a climas secos.
El clima al estar asociado a la estabilidad relativa de la atmósfera, es crucial para el desarrollo de los organismos vivos. Así, los seres vivos se adaptan al clima.
8. Bibliografía
García Enriqueta. 1988. Modificaciones al sistema de Clasificación
climática de Koppen. Universidad Autónoma de México (UNAM). México, D.F.
García Enriqueta. 1989. Apuntes de Climatología Universidad Autónoma de México (UNAM). México, D.F.
Thompson Philip y O´ Brien Robert. 1984. La atmósfera. Ediciones Culturales Internacionales. Time-Life. México, D.F.
Garduño René. 1994. El veleidoso clima. Colección: la ciencia desde México. Fondo de Cultura Económica. México, D.F.
Time-Life. 1997. El Tempo y el Clima. Ediciones Culturales Internacionales. México, D.F.
Yagüe Fuentes J.L. 2000. Iniciación a
la Meteorología y la Climatología. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, España.