IMPACTO DE LA AGRICULTURA MODERNA EN EL SUELO Y LA SALUD
Valentín Vásquez
San Andrés Ixtlahuaca, Oaxaca, México
valentin02111956@gmail.com
Introducción
El suelo es un complejo orgánico mineral que se estructura en horizontes y su función principal es aportar nutrientes para el metabolismo de las plantas en general y, en particular para los cultivos agícolas, los cuales sirven para el desarrollo de los animales y a través de éstos de la especie humana. Por lo anterior, es fundamental conservarlo en buenas condiciones para aumentar su productividad (productos//unidad de tiempo), con el objetivo de satisfacer las demandas de una población cada vez más creciente, el capitalismo inventó las revoluciones tecnológicas industriales, iniciando con la primera en la segunda mitad del siglo XVII en Inglaterra, que si bien comenzó con la mecanización de la industria textil, también se extendió a otros sectores de la economía, aunque a menor escala, como se dió en la agricultura. Las subsecuentes revoluciones industriales, aparecieron en otros países capitalistas y la última que sigue vigente es la digital (informática) y está en porceso de transformación en la llamada inteligencia articial (robots) que están relevando a la mano de obra de los trabajadores.
El impacto en la agricultura (cultivos) y ganadería (animales domésticos) y consecuentemente en el suelo ha sido devastador, ya que los cambios tecnológicos revolucionarios son por naturaleza cortos y no concuerdan con los tiempos naturales (biológicos), lo que causa y sigue generando una disrupción entre los tiempos de los ciclos biogeoquímicos del suelo y los tiempos relativamente breves de las innovaciones tecnológicas.
Así pues, la discordancia descrita ha provocado que los componentes orgánicos del suelo ya no se reciclen para conservar su fertilidad natual, lo que ha generado el empobrecimiento del suelo y para tratar de resolver esta problemática se aplican articialmente fertilizantes químicos y otros agroquímicos que dañan a los cultivos y ganado que depende de los mismos, así como a los organisvos (macro y micro) que viven en el suelo. En estas condiciones el suelo se ha degradado y ya no puede producir alimentos sanos, solo por medio de la aplicación de una cantidad desmedida de insumos industriales (fertilizantes, pesticidas para controlar plagas y enfermedades, herbicidas para controlar malas hierbas, etc.). Para el ganado sucede algo parecido; además, de que se alimentan de cultivos envenedados, tambíén, les aplican hormonas, antibióticos y otros insumos tóxicos que aunado a su hacinamiento se conviernten en alimentos nocivos para la salud humana. Si a lo anterior agregamos su industrialización, se producen los alimentos procesados industrilamente que tambén son perjudiciales para la salud. Resultatado: estamos en un escenario en el que están dadas las condiciones para alimentarnos de comidas y bebidas chatarras que generan enfermedades metabólicas crónicas (obesidad, diabetes mellitus tipo 2, altapresió, accidentes cerebro vasculares) y se añade el sentarismo el escenario se convierte en una catástrofe sanitaria.
1. Revoluciones tecnológicas industriales
Vásquez (2018) concibe las revoluciones tecnológicas como cambios cualitativos radicales que han aumentado la productividad del trabajo y han marcado la historia de la humanidad.
Las revoluciones industriales son “hijas” del capitalismo desarrollado que inicia propiamente con la primera revolución industrial en el Reino Unido.
1.1. Mecánica
La primera se produjo entre 1760 y 1840 en Inglaterra y fue de naturaleza mecánica, pues, estuvo basada en la invención de máquinas, particularmente la de vapor, movida con energía fósil (carbón vegetal).
El impacto en la producción fue revolucionario, ya que aumentó considerablemente la productividad del trabajo, lo que implicó aumento de la disponibilidad de alimentos para la población nacional e internacional. Al mismo tiempo provocó la sustitución de mano de obra lo que generó desempleo y la formación de un “ejército” industrial de reserva al servicio del capital.
La mecanización de las actividades agrícolas y forestales hizo más susceptibles a los suelos a la erosión y con ello la pérdida de un recurso muy valioso para la producción agropecuaria.
Como la energía que mueve a las máquinas era carbón vegetal (hulla y antracita) su combustión con el oxigeno genera bióxido de carbono emitido al aire (atmósfera) generando su contaminación desde entonces.
1.2. Química
La industria química ha sido la más dinámica desde mediados del siglo XIX en Europa, particularmente en Alemania que ya avanzaba prodigiosamente por el camino de la industrialización capitalista.
En su inicio tuvo un impacto productivo, puesto que al fabricarse colorantes artificiales desplazó a los tintes naturales derivados de plantas y animales que las naciones europeas importaban de los países coloniales.
La industria química es la más dañina para el planeta y su impacto está presente en la actividad agropecuaria, debido al uso indiscriminado de agroquímicos, particularmente hormonas y alimentos procesados para la engorda de ganado, fertilizantes para el desarrollo de los cultivos y pesticidas para controlar plagas y enfermedades de los mismos, productos químicos que han contaminado el suelo, agua y cultivos, que desde luego han deteriorado la salud de los productores y consumidores de alimentos de origen agropecuario.
Los alimentos industrializados en la que la química orgánica ha sido fundamental, particularmente la industrialización de la caña para producir azúcar refinada y desde los años setenta del siglo pasado la industrialización del maíz para elaborar alta fructuosa, endulzantes utilizados en gran cantidad de alimentos de consumo masivo entre la población de prácticamente todos los países del Mundo. Aunado a lo anterior, también se producen aceites vegetales para la preparación de muchos alimentos, así como la industrialización del maíz para fabricar harinas refinadas. Los azúcares y harinas refinados consumidos en gran cantidad y aunado al estilo de vida sedentario, son los causantes de la obesidad, enfermedad que antecede causalmente a otras enfermedades metabólicas, particularmente la diabetes mellitus 2 y últimamente hay más evidencias de que también están asociadas a la demencia senil (alzhéimer). Por si lo anterior fuera poco, la industria farmacéutica esta coludida con las empresas industriales productoras de alimentos y a pesar de que hay evidencias contundentes de que las harinas y azúcares refinados son los causantes de las enfermedades metabólicas, pero los intereses económicos que están de por medio impiden reducir su consumo y prefieren recetar a los obesos diabéticos productos para seguir con el mismo estilo de vida y que a la larga genera consecuencias colaterales más graves.
En la industria de la refrigeración, fabricación de espráis se producen los Cloro-fluoro-carbonos (CFC) que al emitirse a la atmósfera por acción de las radiaciones ultravioletas liberan el cloro que al combinarse con el ozono lo transforman en oxígeno molecular y atómico, proceso que ha desequilibrado el balance entre la síntesis y la degradación de la molécula de ozono, ya que ahora por la contaminación del aire con los CFC se destruye más ozono que el se forma de manera natural en la Estratosfera y ameniza con la incidencia directa de la radiación ultravioleta dañina en la biosfera.
También la industria química ha sido importante en las industrias de la construcción, automotriz, plástico, etc.; cruciales para el desarrollo de los países, pero, también en el deterioro del medio ambiente (aire, suelo, agua) y desde luego daño en la salud de la población.
Así pues, la industria química está en todas las actividades económicas que sustentan a la sociedad humana y en el marco del capitalismo ha generado una catástrofe ambiental y sanitaria que ameniza a la sociedad humana.
1.3. Eléctrica
La revolución de la industria eléctrica representó un cambio cualitativo en la producción de energía y ha sido crucial para el desarrollo de la sociedad humana moderna, ya que sin su concurrencia la vida ya no sería posible. Sin embargo, las fuentes de energía para su producción representan una seria amenaza al medio ambiente natural, ya que si se utilizan combustibles fósiles en la termoeléctricas emiten dióxido de carbono que se acumula en en la atmósfera y a la larga puede producir un cambio cualitativo de clima, cuyos efectos pueden ser devastadores para la propia vida, ya que la adaptación de los seres vivos depende principalmente del clima. En el mismo sentido puede argumentarse el impacto ambiental de las hidroeléctricas que utilizan como fuente de energía el movimiento del agua, que se almacena en grandes presas que alteran radicalmente los cursos de agua y cuyo impacto en la flora, fauna y comunidades campesinas ha sido catastrófico.
Mención especial merecen las centrales nucleares para la producción de energía eléctrica, cuyos accidentes, han sido devastadores para el ambiente natural en general y en particular para la salud humana.
La tendencia en el futuro es la implementación de fuentes de energía sustentables, basadas en fuentes de energía más sanas como son: la energía solar, cuya fuente es amigable con el medio ambiente y prácticamente inagotable y, en menor grado la energía eólica.
1.4. Petrolera
La industria petrolera inició desde finales del siglo XIX y desde entonces ha sido crucial para el transporte mecánico (maquinaria pesada, tractores, vehículos, aviación, etc.) y su impacto en el medio natural ha sido devastador, puesto que, al tratarse de una combustión química libera enormes cantidades de bióxido de carbono y vapor de agua a la atmósfera, ambos gases de efecto invernadero que han estado causando el calentamiento global del aire y que al rebasar cierta concentración, puede generar un cambio cualitativo del clima con consecuencias catastróficas para la especie humana.
1.5. Digital
La revolución digital comenzó desde el final del siglo XX y durante el presente siglo se ha generalizado. Tiene como base la revolución microelectrónica y consiste en la producción de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) y tiende hacia la automatización de todas actividades económicas productivas (agricultura, ganadería, silvicultura, industria), comerciales y de servicios.
Las transformaciones tecnológicas industriales y su impacto han sido tan radicales que algunos científicos piensan que iniciaron una nueva era geológica conocida como Antropoceno. Sin embargo, sería más correcto denominar a la nueva era geológica, capitaloceno, ya que es precisamente con el capitalismo con el que inician las revoluciones industriales.
Las revoluciones tecnológicas tienen una prolongada historia; iniciaron desde hace un poco más de 250 años, iniciando con la industria mecánica en 1760 y culminando con la actual revolución digital, pasando por la química, eléctrica y petrolera. Sus impactos en el medio natural y social han sido tan radicales, que justifican lo dicho por Crutzen (1995) en denominar el inicio de una nueva era geológica, en la que la sociedad humana es la actora principal: el Antropoceno. Aunque sería más correcto llamar capitaloceno a la nueva era geológica, puesto que las transformaciones más profundas se realizaron y se siguen realizando actualmente, en el marco del capitalismo.
2. Impactos de las revoluciones tecnológicas industriales en el suelo
El impacto de la tecnología por su aplicación en el manejo del suelo, se produjo después de la revolución neolítica de hace 10 000 años, particularmente, de las revoluciones industriales acaecidas en los siglos XVIII y XIX, principalmente, las revoluciones mecánica y química, cuya mecanización para la preparación de los suelos y el uso de agroquímicos para el manejo de cultivos, si alteraron drásticamente la condición natural del medio ambiente en general y, de los suelos en particular, por lo que a partir de entonces, si se puede decir que aparece la nueva era antropogénica.
La economía de apropiación directa, fue relevada por una economía productora, derivada del cultivo de plantas –agricultura- y domesticación de animales –ganadería- hace unos 10 000 años (en México hace unos 4000-5000 años), conocida como Revolución Neolítica, ya que se trató de un cambio revolucionario, pues, se pasó de una economía dependiente del medio natural, particularmente el suelo, a una economía productora de alimentos para la subsistencia de la especie humana. Sin embargo, su carácter sedentario y la apertura de nuevas áreas para el cultivo de plantas y la domesticación de animales, implicó la deforestación de la vegetación natural, proceso que favoreció la erosión del suelo y con ello el sustento de la vida vegetal, pero dada la tecnología rudimentaria y la escasa población, su impacto en la tierra, particularmente, en el suelo, fue mínimo.
Contrastando con la economía neolítica, las revoluciones industriales de naturaleza capitalista que la sucedieron, principalmente, la mecánica y la química, actualmente están causando una catástrofe ambiental planetaria, particularmente, la degradación física –erosión- del suelo, así como la contaminación del aire y del agua, a tal grado que pone en riesgo la seguridad alimentaria del Mundo.
Si bien es cierto que la población paleolítica en su prolongada existencia fue escasa, también es cierto que se trató de una sociedad igualitaria, cuya base fue la propiedad comunal de la tierra; rasgo económico, que condicionó su existencia en armonía con su medio natural que lo proveía de alimentos. Las sociedades clasistas, basadas en la propiedad privada de la tierra (suelo), que sucedieron a la comunidad primitiva igualitaria, tuvieron como rasgo definitorio la explotación del trabajo ajeno (plus-producto) y en la sociedad capitalista actual, el plus-producto, se ha convertido en plusvalía fundamento de la ganancia, la cual es incompatible con el aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales en general y el suelo en particular.
En síntesis, el impacto en la agricultura (cultivos) y ganadería (animales domésticos) y consecuentemente en el suelo ha sido devastador, ya que los cambios tecnológicos revolucionarios son por naturaleza cortos y no concuerdan con los tiempos naturales (biológicos), lo que causa y sigue generando una disrupción entre los tiempos de los ciclos biogeoquímicos del suelo y los tiempos relativamente breves de las innovaciones tecnológicas. Así, la discrepancia descrita ha provocado que los componentes orgánicos del suelo ya no se reciclen para conservar su fertilidad natual, lo que ha generado el empobrecimiento del suelo y para tratar de resolver esta problemática se aplican articialmente fertilizantes químicos y otros agroquímicos que dañan a los cultivos y ganado que depende de los mismos, así como a los organisvos (macro y micro) que viven en el suelo. En estas condiciones el suelo se ha degradado y ya no puede producir alimentos sanos, solo por medio de la aplicación de una cantidad desmedida de insumos industriales (fertilizantes, pesticidas para controlar plagas y enfermedades, herbicidas para controlar malas hierbas, etc.). Para el ganado sucede algo parecido; además, de que se alimentan de cultivos envenedados, tambíén, les aplican hormonas, antibióticos y otros insumos tóxicos que aunado a su hacinamiento se conviernten en alimentos nocivos para la salud humana. Si a lo anterior agregamos su industrialización, se producen los alimentos procesados industrilamente que tambén son perjudiciales para la salud. Resultatado: estamos en un escenario en el que están dadas las condiciones para alimentarnos de comidas y bebidas chatarras que generan enfermedades metabólicas crónicas (obesidad, diabetes mellitus tipo 2, altapresió, accidentes cerebro vasculares) y se añade el sentarismo el escenario se convierte en una catástrofe sanitaria.
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