viernes, 12 de septiembre de 2014

CONTROL NATURAL DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2

EXPERIENCIA PERSONAL EN EL CONTROL NATURAL DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 2

Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx

Introducción

Este artículo lo escribo con la intención de contribuir modestamente a desmitificar la concepción que se tiene en el mundo de una enfermedad crónica “incurable”, muy extendida en el planeta: la diabetes mellitus tipo 2; así como transmitir mi experiencia personal e infundir ánimo a los diabéticos y demostrar  con hechos, que sí se pueden reducir en forma natural los niveles altos de azúcar, sin necesidad de recurrir a tratamientos farmacológicos a base de productos químicos artificiales, que alteran el metabolismo natural de nuestro organismo.

El estilo de vida está asociado principalmente con la alimentación, actividad física y las relaciones de convivencia social. Es fundamental en la fisiología humana y por ende en la anatomía.

Vivimos en una sociedad, cuyo estilo de vida es producto de la civilización industrial y se caracteriza por una alimentación “chatarra” que favorece la incidencia de enfermedades crónicas, principalmente la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2.

Cambiar el estilo de vida industrial, implica un cambio político que no está a nuestro alcance como individuo; no obstante, y a pesar de las condiciones adversas, como persona se puede cambiar el estilo de vida, en el sentido de propiciar las condiciones adecuadas para el desarrollo de una alimentación en la medida de lo posible sana, en combinación con una moderada actividad física, para reducir la obesidad y los niveles de azúcar.

Durante muchos años mi estilo de vida consistió en el ámbito de la alimentación, como la mayoría de las personas están acostumbradas: consumo diario de productos con alto contenido de azúcares refinados, harinas refinadas y pocas verduras y frutas; así como exceso de proteína animal. A lo anterior, se agrega la asistencia a los convivios sociales en los que de forma tradicional se consume "alimentos" con elevadas dosis de azúcares y grasas. A este estilo de vida se añade la vida sedentaria, insuficiente para “quemar” el excedente de calorías proporcionadas por los alimentos consumidos.

La respuesta anatómica del cuerpo humano al estilo de vida descrito, es la obesidad, y ésta es el resultado del metabolismo de una alimentación desequilibrada, con sobredosis de azúcares y harinas refinados; así como del sedentarismo.

El exceso de azúcares se transforma en lípidos que se acumulan en el cuerpo, principalmente como grasa abdominal, que probablemente interfiere en la fisiología del páncreas, en su importante función endocrina de producir insulina para la regulación del metabolismo energético de la glucosa.

En este escrito narro mi experiencia personal  de tres años (2011-2014) en el control de la diabetes mellitus tipo 2, empezando por el tratamiento convencional centrado en el consumo de fármacos y concluyo con un plan general de manejo natural de los niveles de azúcar.


Fundamentación teórica

En el universo todo lo que existe es materia que se mueve resultado de las contradicciones internas: el movimiento no se reduce a lo que tradicionalmente se enseña en los cursos de física: el desplazamiento mecánico de los objetos materiales. Este es el movimiento más elemental, pero el movimiento en general es más amplio, ya que debe incluir, los cambios químicos, biológicos y sociales. En este sentido, se puede definir al movimiento como todo cambio o transformación que opera en la materia. Si el pensamiento es el reflejo mediato y generalizado del movimiento de los objetos materiales, por consiguiente, el pensamiento, también tiene que moverse. Generalizando, se puede decir que el movimiento es toda transformación o cambio en la materia, desde el movimiento mecánico más simple hasta el pensamiento humano. Así pues, la materia se mueve dialécticamente, como resultado de sus contradicciones internas. Se produce una transformación recíproca entre los aspectos contradictorios que se encuentran en el interior de los objetos materiales.

La contradicción más general que mueve a la materia en el universo es la que se da entre el contenido y la forma. La materia en movimiento (contenido) produce su forma o estructura. La forma es modo de existencia de la materia. No puede existir materia sin forma, ni forma sin contenido. Existe un nexo interno (esencial) entre el contenido y la forma.

La contradicción entre contenido y forma se particulariza en la contradicción biológica entre fisiología ( contenido) vs anatomía (forma). Es decir, la fisiología es la que determina la anatomía. 

La fisiología está estrechamente correlacionada con el estilo de vida. Este, en la moderna sociedad, se caracteriza por una alimentación "chatarra" basada en el consumo excesivo de azúcares refinados y harinas refinadas, que aunado al sedentarismo ha repercutido negativamente en la salud humana. Específicamente se ha producido la obesidad como respuesta anatómica al estilo de vida industrial en el que se vive. Se consume más de lo que el cuerpo requiere para sus necesidades metabólicas. El exceso se convierte en grasa, dando así origen a la obesidad, preludio de la diabetes mellitus tipo 2.

La dialéctica de la conversión de los carbohidratos en monosacáridos (principalmente glucosa) y éstos en ácidos grasos y colesterol, se muestra en la figura que se observa en seguida.


Figura 1. Transformación bioquímica del azúcar en grasa.


Historia de la diabetes

Desde el origen del hombre primitivo hace aproximadamente dos millones de años, durante el paleolítico, hasta la revolución neolítica, hace 10,000 años; la actividad económica consistió en la recolección de productos vegetales y caza de animales salvajes, que aportaban alimentos diversos y sanos; además, este estilo de vida de nuestros ancestros se caracterizó por la intensa actividad física. La respuesta anatómica al estilo de vida del hombre primitivo fue un cuerpo esbelto (ausencia de obesidad), resultado de una alimentación equilibrada que cubría las necesidades energéticas de su metabolismo. Aunque es importante resaltar que nuestros antecesores más inmediatos (Australophitecus afarensis) habitantes de la sabana en el oriente africano, desarrollaron obesidad en los períodos de abundancia de alimentos disponibles, que luego "quemaban" en las temporadas de escasez; es decir, la grasa acumulada desaparecía por su consumo., ambos procesos metabólicos se anulaban recíprocamente, dependiendo de la disponibilidad de alimentos.
 
La experiencia acumulada en la economía basada en la recolección y caza, durante el prolongado período paleolítico, culmina en la primera revolución agropecuaria: domesticación de cultivos y animales (agricultura y ganadería respectivamente). Aparece un nuevo estilo de vida, basado en nuevas actividades económicas que reducen la diversidad de alimentos vegetales y animales, combinado con menor actividad física (sedentarismo). No es casual que sea alrededor del año 1550 a.C. (Álvarez y Rodríguez) cuando en Egipto, se describe por primera vez la diabetes mellitus, cuya causa es una alimentación desequilibrada nutricionalmente y el sedentarismo, rasgos característicos de la nueva etapa de la cultura humana.

La siguiente revolución tecnológica se produjo en la esfera de la industria entre 1750 y 1850 en Inglaterra, denominada Revolución Industrial y difundida posteriormente en todos los países. Su  impacto en el estilo de vida de la sociedad de esa época, especialmente en el tipo de alimentación, consistió en someter a los productos agropecuarios a procesos de industrialización que alteraron radicalmente su calidad y cantidad naturales. Fue precisamente la Revolución Industrial, hace unos 200 años la que produjo el azúcar refinada, alimentos enlatados y harina blanca refinada. Cordain (2011), explica que más recientemente en la década de 1970 del siglo pasado, la industria del procesado hizo un descubrimiento: el jarabe de maíz, rico en fructuosa y dado que es mucho más dulce que la sacarosa, se utiliza masivamente como endulzante. Así pues, aparecieron, los productos refinados desprovistos de sus propiedades naturales y otros productos fueron producidos artificialmente. Ambos productos, cambiaron radicalmente el estilo de alimentación, que aunada al sedentarismo, acentúo los problemas de obesidad y diabetes, a tal grado que en este siglo XXI, son las enfermedades metabólicas crónicas más extendidas en el mundo.

De los tipos de diabetes mellitus, la que más incide en la población mundial, es la tipo 2, que se caracteriza por la insuficiencia de insulina producida por el páncreas para regular el metabolismo de la glucosa.


Desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2

En marzo del año 2011, después de un prolongado estilo de vida basado en alimentos “chatarra” y escasa actividad física, en un mes bajé 10 kilos. La sed era insaciable por la permanente deshidratación, trataba de hidratarme, pero ya ni el agua natural ni el agua mineral me saciaban, menos las bebidas azucaradas a las que estaba yo acostumbrado. Me movía a "ciegas", por desconocimiento de la enfermedad.

En estas condiciones y todavía renuente a la ayuda médica, con la ayuda de algunos compañeros, decidí  hacerme análisis de glucosa, colesterol y triglicéridos. Los resultados se muestran el cuadro 2.

Con los resultados me presenté con un médico y al revisar los resultados, inmediatamente me canalizó a una clínica, para hidratarme con 7 litros de suero y aplicación de insulina para bajar los niveles de azúcar, que en ese momento se habían elevado a 400 mg/dl de sangre.

Después de la emergencia y una vez estabilizados los niveles de azúcar, salí de la clínica con la creencia de que eso era todo y que ya podía reiniciar mi vida normal. Sin embargo, el médico, me  explicó que por tratarse de una enfermedad crónica, tenía que llevar un tratamiento farmacológico de por vida, basado en la toma de una tableta de bieuglucón (500 mg de metformina + 2.5 mg de glibenclamida) después de cada comida.

Seguía moviéndome a "ciegas" y durante cuatro meses cumplí con la receta médica, a pesar que desde el inicio de la enfermedad ya había empezado la lectura de libros de anatomía y fisiología humanas, libros de diabetes, muchos artículos buscados con Google relacionados con la enfermedad. Esto confirma que también el conocimiento se mueve gradualmente y a saltos. Sólo después de varias lecturas, comprendí la naturaleza esencial de la diabetes mellitus tipo 2.

Durante los cuatro meses de tratamiento farmacológico, me sucedieron algunos eventos de hipoglucemia (descenso del nivel de azúcar), cuyo síntoma es una sensación de hambre incontrolable; episodios que me indujeron a documentarme en el metabolismo del bieuglucón, compuesto químico artificial a base de metformina y glibenclamida.

La metformina es el producto que recetan los médicos a todos los diabéticos en diferentes concentraciones y presentaciones. Su función es bajar los niveles de azúcar después de cada comida y adicionalmente bloquea al hígado en su tarea de liberar glucosa.

Cuadro 2. Análisis químicos del 6 de abril del año 2011.
Análisis
Cantidad (mg/dl)
Rango deseable (mg/dl)
Glucosa sérica
297
70 – 110
Colesterol total
334
80 – 150
Triglicéridos
501
50 – 150
Fuente: Laboratorios Grupo ARH. Oaxaca, México.

Se observa en el cuadro que las cantidades de glucosa sérica, colesterol total y triglicéridos, están muy por arriba del rango de referencia recomendado. Es el momento en el que la diabetes apareció repentinamente, después de un largo período en mi estilo de vida que favoreció su desarrollo.

Con el tratamiento médico a base bieuglucón, a fines de abril del año 2011, me realicé análisis químicos. Los resultados se observan en  el siguiente cuadro.

Cuadro 3. Análisis químicos del 25 de abril del año 2011.
Análisis
Cantidad (mg/dl)
Rango deseable (mg/dl)
Glucosa sérica
102
70 - 110
Fuente: Laboratorios Grupo ARH. Oaxaca, México.

Es evidente que el tratamiento médico a base de metformina, está orientado a bajar los niveles de azúcar en un ambiente en que se mantiene el estilo de vida que sustenta a la diabetes mellitus tipo 2: alimentación “basura” y sedentarismo. Pero, para una persona, que cambia su estilo de vida, como fue mi caso, basado ahora en una alimentación saludable y actividad física moderada, el tratamiento farmacológico es innecesario. Resulta que una vez después de haber comido, tomar el bieuglucón y hacer un poco de ejercicio, me ocurrió una hipoglucemia terrible, lo que confirmó lo que ya había leído en la literatura (Peniche, 2002), bloqueo al hígado en su función de liberar glucosa de su reserva de glucógeno, cuando mi organismo más la requería, sobre todo el cerebro que depende principalmente de glucosa como fuente de energía.

Con el pánico que me infundió el médico cuando me recetó la toma de bieuglucón de por vida, a los cuatro meses decidí ya no tomar las tabletas y únicamente continuar con mi nuevo estilo de vida basado en eliminar todos los azúcares y harinas refinados en mi alimentación e incluir verduras, frutas de bajo índice glucémico  y proteínas de origen animal con poca grasa saturada y grasas monoinsaturadas de origen vegetal, en combinación con moderada actividad física.

En general con el nuevo estilo de vida me he sentido bien, nunca he tenido episodios de hipoglucemia, hiperglucemia (nivel alto de glucosa), deshidratación, de tal forma que ya no me he preocupado de hacerme análisis químicos.

Dado que es importante difundir mi experiencia, decidí hacerme análisis químicos, para conocer de manera cuantitativa mi nivel de azúcar, el cual se presenta en el cuadro siguiente.

Cuadro 4. Análisis químicos del 10 de septiembre del año 2014. 
Análisis
Cantidad (mg(dl)
Rango deseable (mg/dl)
Glucosa sérica
98
70 – 110
Colesterol total
183
80 - 150
Triglicéridos
60
50 -150
Fuente: Laboratorios Grupo ARH. Oaxaca, México.

Como se observa en el cuadro, el nivel de glucosa está en 98 mg/dl de sangre, el cual se encuentra dentro del rango de referencia de 70 a 110 mg/dl. 

Los resultados del análisis químico demuestra que es posible controlar los niveles de glucosa de forma natural, sin necesidad de recurrir a tratamiento farmacológico.


Conclusiones

La experiencia demuestra que es posible controlar la diabetes en forma natural, sin necesidad de recurrir a tratamiento farmacológico.
La metformina en sus diferentes concentraciones y presentaciones que se receta a los diabéticos para bajar los niveles de azúcar, está destinada para pacientes que siguen el mismo tipo de alimentación "chatarra" y el sedentarismo.
La ignorancia (desconocimiento) mata y mutila y el conocimiento libera y contribuye a la salud


Plan general para el control de la diabetes mellitus tipo 2


Objetivo:

Controlar los niveles de azúcar en el rango recomendado por los expertos médicos y la Organización Mundial de la Salud.

Estrategias y acciones

Estrategia 1: Conocimiento de la naturaleza de la diabetes mellitus tipo 2

El conocimiento libera y el desconocimiento (ignorancia) esclaviza y mata, como lo prueba la existencia de millones de mutilados y muertos en el mundo.

Acciones:

Comprender a profundidad la fisiología (contenido) y anatomía (forma) general del cuerpo humano.

Conocer el funcionamiento del sistema endocrino (hormonas) del cuerpo humano.

Estudiar a detalle la anatomía y fisiología del páncreas, dando énfasis a la insulina, por ser la principal hormona reguladora del metabolismo energético, especialmente de la glucosa, así como su contraparte: el glucagón que participa en la síntesis de glucosa cuando hay baja disponibilidad de la misma.

Comprender los efectos metabólicos del tratamiento farmacológico convencional.

Estrategia 2: Alimentación saludable.

Acciones:

Evitar los azúcares y harinas refinados.

Reducir alimentos procesados (industrializados).

Incluir en la alimentación verduras y frutas de bajo índice glucémico.

Incorporar consumo moderado de proteínas y con pocas grasas saturadas, cuando se trate de proteínas de origen animal.

Incluir grasas saludables, de preferencia de origen vegetal: aguacate, nueces, almendras, etc.

Estrategia 3: Actividad física moderada, de preferencia aeróbica.

Acciones:

Cualquier actividad física (ciclismo, caminar, nadar, etc.), por lo menos tres veces a la semana.

Aprovechar toda oportunidad para caminar (subir escaleras, salir al mandado, usar menos vehículo y transporte público, etc.)


Bibliografía

Álvarez Aldana D. y Rodríguez Bebert Y. Historia de la diabetes mellitus (Cronología). ww.sld.cu/galerias/pdf/sitios/diabetes/cronologia_de_diabetes_mellitus.pdf

Cordain Loren. 2011. La dieta paleolítica. Ediciones Urano. Barcelona, España.

Peniche Flores M. 2002. Metformina y síndrome metabólico. Generalidades farmacológicas de la metformina. Secretaria de Salud. México, D.F.

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