EXPERIENCIAS DE GOBIERNOS DE "IZQUIERDA" EN
AMÉRICA LATINA
Valentín Vásquez
Oaxaca, México
valeitvo@yahoo.com.mx
1. Introducción
Después
de la reconstrucción en la posguerra, los países europeos y Japón, logran
alcanzar en su desarrollo industrial a los E.U., por consiguiente,
compiten por los mercados para sus capitales y mercancías; dando como
consecuencia, una reducción de la ganancia.
La
disminución de la rentabilidad del capital industrial, desató una crisis de
sobre-producción de capital para inicios de los años 70’s del siglo pasado,
dada la baja rentabilidad del capital productivo, lo que generó contracción de
la actividad productiva y su consecuente estancamiento económico. Este
contribuyó a la quiebra del Sistema Bretton Woods, en el que E.U. rompió
unilateralmente el pacto, al desacoplar el dólar al oro; en consecuencia, el
capital que originalmente se invertía en las actividades productivas, se
orientó a las actividades financieras: bolsa de valores, mercado monetario
(dinero) y mercado cambiario (divisas). De esta forma se produce una
reorientación del nuevo capital en la esfera financiera y cada vez se
independiza más de la actividad económica real. El nuevo capital financiero, en
un inicio tiene como origen los excedentes del capital productivo, pero poco a
poco se integran a su seno capitales ajenos a la economía real, provenientes de
diversas fuentes como son: bancos, fortunas personales, capitales ilícitos y
fondos de pensiones de los trabajadores; activos que son destinados al circuito
financiero, en el que generan frecuentes burbujas financieras desvinculadas
hasta cierto límite del sector productivo, pero que finalmente estallan y los
valores de los instrumentos financieros adquieren sus valores reales.
Como
alternativa para solucionar la crisis el capital financiero recurre como
estrategia al neoliberalismo (libre mercado) desde la principios de la década
de los 80 del siglo pasado. Las consecuencias principales son: la concentración
del grueso de la riqueza en una minoría oligárquica (1%), que contrasta con la
enorme pobreza en la que se debate la inmensa mayoría de la población
trabajadora, ya que el peso de la crisis ha impactado en la aniquilación de las
conquistas salariales y laborales, lo que ha repercutido en una elevada desigualdad
socio-económica, agudizada por la irrupción de la crisis en 2008, cuyo
epicentro fue Estados Unidos y luego se extendió a otro países desarrollados y países
subdesarrollados, particularmente latinoamericanos.
La
extrema desigualdad socio-económica ha provocado indignación social que se ha
expresado en las urnas con el triunfo de gobiernos progresistas de izquierda en
Latino América, cuyo programa de gobierno ha sido principalmente la
implementación de políticas sociales que abatan la pobreza generalizada. Sin
embargo, dado en la “genética” del capitalismo está la sobre explotación de la
clase trabajadora como fuente de la riqueza de la minoría oligárquica que
dirige económicamente y política los países latino americanos; en consecuencia,
los resultados de las políticas sociales de los gobiernos de izquierda solo han
atenuado temporalmente la desigualdad social, ya que una vez que la derecha
conservadora recupera el gobierno revierte las conquistas sociales impulsadas
por sus antecesores. Así seguirá ocurriendo mientras no se acabe de raíz con el
sistema capitalista que constituye la causa de la desigualdad y esto sólo se
podrá a través de una revolución que acabe con el poder político y económico de
la minoría oligárquica y lo sustituya con un nuevo poder político y desde
“arriba” y con el apoyo del pueblo implementar políticas (económica,
agropecuaria, forestal, ambiental y educativa) en beneficio de las masas
trabajadoras.
2. Marco de referencia
2.1. Teórico
La teoría revolucionaria que fundamenta las luchas económica, ideológica y política de los trabajadores, así como la organización que las implementa fueron forjadas por Marx, Engels y Lenin, en los siglos XIX y XX, en ardua confrontación con sus adversarios.
Desde mediados del
siglo XIX, Marx y Engels, una vez ajustado cuentas con la filosofía idealista
hegeliana, iniciaron la fundamentación teórico-programática de la lucha
revolucionaria de la clase obrera, con la publicación del Manifiesto Comunista
en 1848, trabajo en el que exponían en forma general la naturaleza del
capitalismo mundial, las reivindicaciones programáticas y esbozaban la
necesidad del partido como vanguardia de la clase obrera en su lucha contra la
burguesía.
Con base en las
experiencias de las revoluciones burguesas europeas de 1848-1850 y como actores
directos en su patria alemana, fundamentaron la lucha política revolucionaria,
particularmente la necesidad de destruir el Estado burgués y relevarlo con la
dictadura del proletariado, Estado proletario transitorio derivado de la lucha
entre la burguesía y la clase obrera, así como para implementar las
transformaciones revolucionarias para la construcción del socialismo. Poco después,
con la experiencia de la revolución proletaria en París en 1871, con la instauración
de la Comuna, Marx llegó a la conclusión de que el proletariado en su lucha
contra la burguesía, no bastaba con apoderarse del Estado capitalista, sino que
había que destruirlo y relevarlo con un Estado de clase proletario. Así pues,
quedaban en lo esencial fundamentadas las condiciones para el triunfo de la
revolución socialistas: teoría revolucionaria, vanguardia revolucionaria
(partido proletario) y ejército revolucionario.
Para el final del
siglo XIX en Rusia, Lenin “armado” con la teoría revolucionaria de Marx y
Engels, inicio la tarea de difundirla en el seno de la clase obrera, particularmente
entre los intelectuales rusos para fundar el Partido Obrero Socialdemócrata
Ruso en 1898, en cuyo seno libró un intenso debate con las tendencias
oportunistas, para lograr la unificación ideológica como condición necesaria
para lograr la unidad organizativa y en ardua lucha fundar el “Partido de Nuevo
Tipo” en que militaban una selecta intelectualidad revolucionaria estrechamente
imbricada con la clase obrera la dirigir su lucha contra el zarismo ruso poder
político de la feudalismo en cuyo seno se desenvolvía el capitalismo.
Después de algunos
años de lucha en octubre de 1917 triunfa la Revolución socialistas en Rusia e
instaura el Poder Soviético (Dictadura del proletariado), bajo la dirección del
Partido bolchevique dirigido por Lenin, cuyas medidas inmediatas fueron el
reparto agrario y otras transformaciones revolucionarias de naturaleza
socio-económicas para sentar las bases de la sociedad socialista futura. Además,
el transcurso de la guerra civil se creó el ejército como garante del triunfo y
posterior defensa de la revolución.
Lenin generalizó (principios
del siglo XX) la importancia de la teoría revolucionaria, como fundamento del
programa de lucha, de la organización (vanguardia) y la política partidaria, al escribir que la falta de una
teoría tarde o temprano conduce a la catástrofe política, lo cual quedó
plasmado en su célebre frase: “Sin teoría revolucionaria no hay movimiento
revolucionario”, generalización que ha sido confirmada en el mundo y particularmente
en Latino América.
En resumen durante
la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, se fundamentaron las
tres condiciones necesarias para el triunfo de la revolución socialista: teoría
revolucionaria, partido (vanguardia) revolucionario y ejército revolucionario.
Para el siglo XXI Heinz
Dieterich (2018) afirma que para del socialismo, se requieren las siguientes
condiciones:
a). Vanguardia
política (gobernanza)
b). Vanguardia
teórica (Marx/Engels).
c). Poder físico
(armas estratégicas)
Condiciones que sólo China las reúne, ni siquiera Rusia que tiene
gobernabilidad política con Putin y el mejor armamento bélico; sin embargo,
carece de la teoría de vanguardia.
Respecto de América Latina, la situación es desastrosa:
a). No tiene vanguardia de izquierda
b). No tiene la teoría revolucionaria (Marx/Engels)
c). No tiene armas estratégicas
Con esas condiciones y con la mediocridad de sus dirigentes la
revolución socialista no puede triunfar.
3. Experiencias de gobiernos de “izquierda”
3.1. América del Sur
Como consecuencia de la crisis estructural integral en el que se debate el capitalismo mundial, la cual ya no solo se limita a los países subdesarrollados, sino que se ha extendido también a los países capitalistas desarrollados y que, para salir de la misma han recurrido a todos los medios, siendo una estrategia el neoliberalismo, es decir, el libre mercado para abrir los mercados a la libre circulación de mercancías y dada la naturaleza monopólica de las grandes empresas trasnacionales han agudizado las contradicciones en los países emergentes; pero la estrategia más importante para recuperar la rentabilidad del capital ha sido la sobre-explotación de los trabajadores y la reducción de los salarios. Ante esta situación, la desigualdad social se agudizado y esto ha repercutido en la irritación social de la clase trabajadora, lo que ha repercutido en el castigo en las urnas a los partidos conservadores en los principales países de América Latina, como son Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, entre otros; en los que han triunfado líderes de izquierda que han accedido a los “gobiernos”. Una vez ungidos como nuevos gobiernos, han implementado políticas sociales para atenuar la pobreza extrema en que se encuentra la mayoría de la población; sin embargo, una vez que culminan sus períodos presidenciales, la derecha ha retomado el poder y nuevamente ha revertido las políticas sociales implementadas por los gobiernos progresistas.
El
triunfo de Lula Da silva en 2003 le permitió arribar al gobierno y durante sus
dos períodos de gobierno implementó los programas Bolsa Familia y hambre cero,
con el objeto de “combatir” la enorme desigualdad socio-económica. Estos
programas sociales atenuaron la pobreza y su sucesora Dilma Rousseft, continuó
con las políticas sociales para beneficiar a los menos favorecidos; sin
embargo, fue depuesta a través de un golpe parlamentario en 2016 y su relevo,
el derechista Michel Temer, está revirtiendo las políticas sociales
progresistas de su antecesora y, además privatizando las empresas estratégicas
brasileñas, entre las que destacan la petrolera estatal PETROBRAS.
En
ecuador, Alianza PAIS organización política que llevó a la presidencia a Rafael
Correa durante dos períodos, en los que implementó una política nacionalista,
al expulsar una base militar norteamericana y control estatal de los recursos
naturales, entre los que destaca el petróleo. No obstante, su sucesor Lenin
Moreno, que a pesar de pertenecer a la misma organización de su antecesor,
ahora está revirtiendo las políticas sociales implementadas por Rafael Correa e
incluso convocó a un referéndum, con el propósito de impedirle la participación
como candidato presidencial en las próximas elecciones.
En
argentina y después de una profunda crisis derivada de las políticas
neoliberales, Néstor Kirchner asumió la presidencia del país y gobernó durante
el período: 2003- 2007. Le sucedió en gobierno Cristina Fernández quien gobernó
de 2007 a 2015. Ambos gobernantes de filiación política peronista,
implementaron reformas para rescatar a su país de la devastación en la que lo
dejaron sus antecesores neoliberales, destacando programas para la creación de
fuentes de trabajo con mejores salarios, mejora de las pensiones y
jubilaciones; todas con el objetivo de reducir la desigualdad extrema de la
clase trabajadora; en la economía, la nacionalización de Correos, Aguas
Argentinas, servicios públicos y sobre todo la nacionalización de los
hidrocarburos.
Respecto
de Bolivia, Navarro 21/08/2018) escribió recientemente que realizó una
entrevista con el mandatario boliviano y se percató de la enorme popularidad que
tiene el presidente entre la población, no solo en las zonas rurales como ya ha
sido tradicional en la que dominan las etnias, sino también en las zonas
urbanas, a tal grado que hasta la misma derecha opositora lo reconoce. Además, le
confirmó que seguirá implementando la revolución democrática y cultural, con la
que inició su gobierno desde 2006, en la que están implícitas la transformación
de un Estado Colonial a un Estado Plurinacional, nacionalización de los
recursos naturales (Agua, petróleo, bosques, etc.), nacionalización de empresas
estratégicas para el desarrollo y en general el impulso de políticas públicas
de apoyo a las masas trabajadoras, particularmente las etnias que
tradicionalmente habían sido marginadas por los gobiernos neoliberales que le
antecedieron.
La economía
ha crecido durante sus casi doce años de gobierno, de tal forma que en promedio
ha crecido un 5%, contrastando con los bajos crecimientos de la mayoría de los
países latinoamericanos en los que los que gobierna la derecha conservadora,
con la aplicación de sus políticas neoliberales.
La
experiencia boliviana, prueba, que “es posible seguir un modelo no neoliberal,
que recupere la soberanía popular, descolonice el Estado, pague la deuda
histórica con sus pueblos originarios y abra las puertas a la participación
popular en las decisiones trascendentales de la nación”.
Durante su gobierno el presidente de
Venezuela Hugo Chávez (1999-2013), marcó para siempre la historia de Venezuela
y de América Latina, pues, con sus políticas públicas de apoyo a los
trabajadores, particularmente, de 1999 a 2011, la tasa de pobreza pasó de un
42,8% a un 26,5% y la tasa de extrema pobreza de un 16,6% en 1999 a un 7% en
2011. Así lo confirmó la FAO, al afirmar que Venezuela es el país de América
Latina y del Caribe más avanzado en la erradicación del hambre, así como la
tasa de desnutrición pasó de un 21% en 1998 a menos del 3% en 2012. La tasa de
desempleo pasó de un 15,2% en 1998 a un 6,4% en 2012, con la creación de más de
4 millones de empleos.
En
el ámbito laboral la tasa de desempleo pasó de un 15,2% en 1998 a un 6,4% en
2012, con la creación de más de 4 millones de empleos y la tasa de desempleo
pasó de un 15,2% en 1998 a un 6,4% en 2012, con la creación de más de 4
millones de empleos.
La
educación fue prioridad de su gobierno en todos los niveles y en el nivel
básico cinco millones de niños reciben ahora alimentación gratuita a través del
Programa de Alimentación Escolar. Eran 250.000 en 1999.
En
el campo, desde 1999, el gobierno entregó más de un millón de hectáreas de
tierras a los pueblos aborígenes del país. En este sentido La reforma agraria
permitió a decenas de miles de agricultores ser dueños de sus tierras. En
total, se distribuyeron más de 3 millones de hectáreas.
En
la economía nacionalizó de la empresa petrolera PDVSA en 2003lo permitió a
Venezuela recuperar su soberanía energética. Asimismo, nacionalizó los sectores eléctricos y de telecomunicación
(CANTV y Electricidad de Caracas) permitió poner término a situaciones de
monopolio y universalizar el acceso a estos servicios. Aunado a lo anterior, desde
1999, se crearon más de 50.000 cooperativas en todos los sectores de la
economía.
Son
evidentes las importantes transformaciones implementadas por el Presidente
Venezolano, así como sus beneficios, principalmente de la mayoría de la
población menos favorecida.
Después
de la muerte de Hugo Chávez, su sucesor Nicolás Maduro en el gobierno ha
enfrentado a la oposición de la derecha apoyada por los Estados Unidos que,
aunado a los errores del actual mandatario venezolano, que ha provocado una
crisis económica, así como los actos terroristas, que junto con la
inestabilidad económica, social y política; conjuntamente tienen la posibilidad
real de lograr el triunfo de la derecha venezolana.
El
el Salvador en octubre de 1980 se funda el Frente Farabundo Martí de Liberación
Nacional (FMLN) resultado de la unión de cinco organizaciones, con el fin de
luchar contra la derecha conservadora que gobernaba al país. Una vez unificada
la guerrilla, en enero de 1971 inicia la guerra civil salvadoreña. En
consecuencia la derecha se reorganiza y crea la Alianza Republicana
Nacionalista (ARENA) en septiembre de 1981 apoyada financieramente por el
Gobierno de Estados Unidos (Ronal Reagan), llegó al gobierno en junio de 1989,
cuyo programa fue la implementación radical del neoliberalismo (libre mercado)
y papel mínimo del Estado en la economía, lo que implicó la venta de empresas
del Estado y, por consiguiente, el fortalecimiento de los empresarios privados
en detrimento de las masas trabajadoras.
La
guerra civil se equilibró, ninguno de los enemigos: ni el gobierno derechista,
ni el FMLN tenían la capacidad para triunfar, por lo que el segundo hizo en
septiembre de 1989 una propuesta de dialogo para la pacificación del país, la
cual fue suspendida y en consecuencia la guerra civil se intensificó al final
del mismo año por parte del FMLN. Finalmente, el 16 de enero de 1992 se firmó
el Acuerdo de Paz, en el Castillo de Chapultepec, México, con el que culminó
una guerra civil de 10 años y con un saldo de aproximadamente 80,000 personas
muertas.
El
1994 el FMLN debutó en las urnas como partido legal y después de algunos
intentos triunfo en 2009 con su candidato a la Presidencia de la República
Mauricio Funes en 2009 y fue relevado por Salvador Sánchez Ceren del mismo
FMLN. Ambos gobiernos se han caracterizado por impulsar políticas que abatan la
pobreza, pero sólo la han atenuado y en lo fundamental siguieron promoviendo
las políticas neoliberales que tanto han dañado al pueblo salvadoreño.
3.3. Cuba
Mención especial merece Cuba país en el que se produjo una profunda revolución, cuyo inicio se remonta a 1959, año en el que fue derrotada la dictadura de Batista y sustituida por un gobierno de transición, pero que gradualmente y a saltos se fue transformando en una profunda revolución política, económica y social. Destaca la radical reforma agraria que acabó con los latifundios y el reparto correspondiente de tierras a los campesinos, así como el programa nacional de alfabetización, servicios de salud gratuita para la población y erradicación del hambre.
En
Cuba no se produjo un acceso al gobierno, como ha sucedido en la mayoría de los
países latinoamericanos, se produjo la destrucción del viejo Estado oligárquico
heredado de la época colonial y sobre sus ruinas se construyó un nuevo poder
político, cuya misión principal fue acabar con los poderes fácticos
(económicos) que decidían el rumbo económico, social y político del país.
3.4. Nicaragua
Wikipedia afirma que la Revolución Popular Sandinista, ocurrió entre el 19 de julio de 1979 cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derrota militarmente a la dictadura de la Familia Somoza, encabezada entonces por Anastasio Somoza Debayle y, se prolonga hasta 1990 cuando la contrarrevolución fue organizada por los Estados Unidos, con la formación de la llamada contra que hundió al país en una guerra civil, lo que provocó que el FSLN perdiera las elecciones de febrero de 1990 frente a la Unión Nacional Opositora (una coalición que agrupaba a la mayoría de las fuerzas opositoras al FSLN) presidida por Violeta Chamorro y apoyada por Estados Unidos, poniendo así fin al periodo revolucionario.
La
Revolución dejó cambios profundos en Nicaragua. Las estructuras de poder que la
oligarquía ligada a la familia Somoza había montado y mantenido para su propio
beneficio fueron desbaratadas. Los niveles de educación de la población se
elevaron muy significativamente. Grupos de población, como jóvenes, mujeres y
campesinos, hasta entonces marginada de las actividades sociales y en la
participación en la vida nacional vieron incrementado su presencia en estas
áreas. Las regiones de la Costa Atlántica pobladas por Misquitos obtuvieron
autonomía. Se produjo por primera vez, después de décadas de dictadura y guerra
civil un paso de poder de forma pacífica entre gobiernos surgidos de las urnas.
Desde
el punto de vista de muchos nostálgicos, los objetivos de la Revolución
Sandinista, programados al pueblo nicaragüense, del derecho a una alimentación
digna, a una vivienda, a la salud, a la educación que inicialmente fueron
llevados a cabo por diferentes programas de los gobiernos revolucionarios se
perdieron al ser abandonados por los gobiernos posrevolucionarios, de carácter
liberal, de la década de los años 90. También desde el punto de visto de los
nostálgicos, el analfabetismo volvió a subir, aunque se mantuvo en niveles
inferiores a los anteriores al 19 de abril de 1979.
La
Revolución realizó una reforma agraria dando tierras a los campesinos que no
las tenían, la intervención de empresas y de la banca en busca de un sistema
productivo mixto con un sector público fuerte y controlado desde el Estado
propiciaron la desconfianza del sector privado, tanto nacional como
internacional que produjo una caída de las inversiones en el país. La guerra de
agresión, organizada y financiada por los EE.UU, a la que Nicaragua hizo frente
obligó a los diferentes gobiernos sandinistas a dedicar recursos enormes a la
defensa y a la restauración de los daños materiales que los combates provocaban.
Daniel
Ortega Saavedra es el actual presidente de Nicaragua. En las elecciones
presidenciales realizadas el 5 de noviembre de 2006 fue elegido
como presidente de Nicaragua, y reelegido nuevamente como presidente el 6 de
noviembre de 2011. En las elecciones generales de 2011 y en las de 2016 fue
reelecto como presidente de Nicaragua.
En
abril de 2018, tras la reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social
(INSS), se abre un episodio de protestas populares que desemboca en una fuerte
represión gubernamental y una escalada de violencia que al siete de agosto
produce la muerte de entre 400 a 450 personas, según diversas fuentes. Para
hacer frente a la crisis de gobernabilidad Daniel Ortega ha solicitado a la
Conferencia Episcopal de Nicaragua para que sirva de Mediador y Testigo en la
instalación de un "diálogo nacional" con diversos actores de la
sociedad civil y la empresa privada.
Con
el apoyo de los Estados Unidos y dados los problemas económicos por los que
atraviesa el país, así como los errores del presidente nicaragüense, hay riesgo
de que la guerra civil se profundice y conduzca al triunfo de la
contrarrevolución.
Rosset Peter (19/08/2018) hace una
síntesis precisa de las experiencias de gobiernos progresistas en Honduras,
Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Chile, Perú,
El Salvador y Nicaragua; que a excepción de Cuba, cada uno de los gobiernos han
aplicado una estrategia que podría denominarse de conciliación de clases, incluyendo
las expresiones más radicales de Chávez, Morales y Correa, que cogobernaban con
sectores importantes de oligarquías, burguesías nacionales y grupos de capital.
Todos aplicaron políticas para abatir
la desigualdad socio-económica y “lograron
reducciones importantes de la pobreza extrema, sobre todo mediante programas de
corte compensatorio y asistencialista, incluyendo las transferencias directas y
la mal llamada inclusión financiera, que permite a los pobres acceder a un
mayor nivel de consumo mediante el endeudamiento con el crédito. También
lograron niveles significativos de democratización del acceso a la educación
superior usando becas, cuotas y abriendo nuevas universidades públicas. Sus
mandatos fueron escenarios de mayor transnacionalización de las economías, la
llegada del capital financiero internacional y el aumento exponencial de las
concesiones mineras. A la par de crear pequeños ministerios o subsecretarías
para atender la agricultura familiar y campesina con modestos presupuestos de
crédito y compras públicas, entregaron los ministerios o secretarías de
agricultura, con mega presupuestos, a los hombres y mujeres de Monsanto y del
agro negocio. Liberaron los transgénicos y no avanzaron en la reforma agraria.
En Brasil, los gobiernos de Lula y Dilma Rousseft vieron la mayor expansión
territorial del agro negocio en la historia del país. Han sido políticas de neo
desarrollismo y neo extractivismo que justifican la expansión del agro negocio
y la minería a cielo abierto con una mayor recaudación de impuestos y regalías
por el Estado, modelo que ha entrado en crisis con el fin del boom de
los commodities [materias primas masivas]”.
“Hoy día varios de esos gobiernos han
llegado a tristes finales o se encuentran en situaciones complicadas. Los
golpes blandos contra Zelaya, Lugo y Dilma, Lula preso; las
derrotas electorales de Fernández de Kirchner y Bachelet, y las guarimbas del
imperialismo en calles de Venezuela y Nicaragua levantan dudas legítimas sobre
los límites reales de una estrategia de conciliación de clases”.
“Alimentaron el agro negocio y los
ruralistas, con subvenciones públicas, pusieron a un conocido corrupto de
derecha, Michel Temer, como vicepresidente de Dilma Rousseft y terminaron
víctimas de las fuerzas que ellos mismos mantuvieron”.
Así pues, las política conciliadora de
los gobiernos de “izquierda”, implica su renuncia a lucha de clases y con ello
cogobernar con la con su adversaria, la derecha conservadora expresión política
de los poderes fácticos que deciden el rumbo económico y político de los países
latinoamericanos, los cuales solo han permitido reformas que no alteran la
esencia del capitalismo: la sobre explotación de las masas trabajadoras, fuente
de la riqueza de la minoría explotadora.
3.4. México
Consecuencia de la devastación social expresada en una extrema desigualdad social, causada por las políticas neoliberales implementadas desde 1983, se produjo una “rebelión” en las urnas en contra de los partidos tradicionales (PRI, PAN y PRD) y a favor del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuyo candidato presidencial “arrasó” al obtener el 53% de los votos.
No
solo triunfó Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como candidato presidencial,
sino que también triunfaron la mayoría de candidatos de MORENA a las cámaras de
diputados y de senadores, dando como resultado una transformación radical en la
composición del poder legislativo y una geografía nacional con aplastante
mayoría en los congresos locales de los Estados.
Es
un triunfo inédito de un movimiento de reciente creación que “capitalizó” la
indignación social de millones de mexicanos que están hartos de la corrupción,
la inseguridad y la pobreza en que se debate la mayoría del pueblo mexicano,
que contrasta con la riqueza de una minoría rapaz (1%) coludida con los
gobiernos neoliberales y que ha sido beneficiaria de las políticas de libre mercado.
De hecho esa minoría oligárquica es el principal poder fáctico que dado su
poder económico, ha controlado el poder político y particularmente a los
presidentes de la República. En estas condiciones esa élite financiera es la
que ha impuesto la política económica neoliberal a su servicio.
Una
cosa debe quedar claro que MORENA accedió al gobierno, pero no al poder porque
esa minoría sigue detentando el poder económico que es el que decide a final de
cuentas, ya que el posee el dinero es el que decide el rumbo económico del
país.
Las
propuestas de AMLO de pacificar el país, de combatir la corrupción y combatir
la pobreza, son medidas importantes, pero mientras no se combata la causa de
estos problemas, no pasarán de ser reformas que atenuarán esos problemas, como
ha sucedido en Sudamérica; no obstante, mientras persista la causa raíz los
problemas persistirán, ya que en la “genética” del capitalismo está la
sobre-explotación de las masas trabajadoras, sustento de las elevadas ganancias
de esa minoría oligárquica y la pobreza de la mayoría de la población.
La
propuesta de AMLO de impulsar la cuarta transformación del país equivalente a
la Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910-1917, es esperanzadora, ya
que se trata de verdaderas revoluciones que transformaron cualitativamente la
estructura socio-económica y política del país; es decir, fue destruido el
poder político y económico de las fracciones burguesas que en su momento
encabezaron y fueron las beneficiarias de las respectivas revoluciones. En este
sentido, mientras no sean derrotada política y económicamente, la minoría
oligárquica que decide el rumbo del país, la cuarta transformación solo se
reducirá a pequeñas reformas que no rebasarán el marco del actual sistema
capitalistas y solo se quedarán en políticas sociales que atenuarán la pobreza,
la corrupción y la inseguridad, que no alteraran cualitativamente al régimen
vigente.
3. Discusión
El
neo-liberalismo (libre mercado) es la política contrarrevolucionaria del capital financiero que desde la década de los 80 del siglo pasado, ha venido implementándose para enfrentar la
profunda crisis que padece el capitalismo mundial. La consecuencia principal ha
sido la consolidación de una oligarquía financiera parasitaria que ha
subordinado al capital productivo y comercial y, en el aspecto social y
ambiental, los resultados han sido devastadores: desigualdad socio-económica
extrema, precarización salarial, desempleo y deterioro de los recursos
naturales, principalmente contaminación del medio ambiente (agua y aire), así
como la quema irracional de los combustibles fósiles, que amenaza con aumentar
el calentamiento global que puede generar fenómenos meteorológicos
catastróficos.
La
crisis del sistema capitalista se agudizó en 2008 y ahora ya no se restringe a
los países subdesarrollados, sino que ahora también están inmersos los países
capitalistas desarrollados y ya no se trata solamente de una crisis económica,
sino que se trata de una crisis estructura integral: económica, social,
política y ambiental.
En
el ámbito socio-económico la enorme desigualdad social se expresa en una
concentración del grueso de la riqueza en una minoría oligárquica (1%) que
contrasta con la miseria en que se debate la mayoría de la población. Esta
espantosa desigualdad social, ha provocado la indignación social, que ha
repercutido en las urnas, no solo en los países emergentes, sino también en los
países desarrollados en los que los electores han votado por opciones políticas
no tradicionales, con la esperanza de mejorar sus paupérrimas condiciones de
vida.
En
los países latinoamericanos, la inconformidad social se ha manifestado en el
triunfo de líderes populares que han accedido al gobierno, pero no al poder
político que sigue siendo dominado por los poderes fácticos (económicos), lo
que ha limitado a los nuevos gobiernos progresistas únicamente a la
implementación de políticas sociales para atenuar la enorme desigualdad
socio-económica de la mayoría de la población. Es decir, solo se ha tratado de
reformas sociales que no han transformado radicalmente la estructura
socio-económica y política de los países en los que han triunfado nuevas
opciones políticas.
Es
evidente, que mientras no se destruya el poder político (Estado) y económico de
la minoría oligárquica que dirige los destinos de los países, los nuevos
gobiernos no podrán hacer más que pequeñas reformas para atenuar la enorme
desigualdad social.
4. Conclusiones
La esencia explotadora del capitalismo en general y en particular del capital financiero actual, es incompatible con la igualdad socio-económica, ya que la fuente de la riqueza se basa en la sobre-explotación de los trabajadores; es decir, existe la contradicción: riqueza vs pobreza que se mueve inversamente y está en la "genética" del capitalismo.
Resultado de las políticas neo-liberales, se ha formado una minoría oligárquica (1%) la que detenta la riqueza y el poder político, a través del cual implementa la política neo-liberal que ha provocado la concentración del grueso de la riqueza, contrastando con la pobreza en la que se debate la mayoría de la población. Esta situación ha provocado indignación en la población, lo que repercutido en el triunfo electoral de algunos líderes de izquierda en varios países Latino-americanos.
A excepción de Cuba donde se produjo una verdadera Revolución Popular en 1959 y en poco tiempo destruyó el poder político y económico de la burguesía y lo sustituyó con un poder político de la clase trabajadora triunfante, con el que implementó transformaciones socio-económicas revolucionarias que han beneficiado a los trabajadores del campo y de la ciudad, reformas que han contribuido a la estabilidad hasta la actualidad, a pesar del bloqueo de los Estados Unidos; en cambio, en el resto de los países Latino Americanos, los líderes populares sólo han accedido al gobierno, pero el poder económico y político de la minoría oligárquica sigue intacto, situación que ha condicionado únicamente la implementación de políticas sociales para atenuar la desigualdad socio-económica extrema, pero al retornar al gobierno la derecha conservadora revierte las conquistas sociales; es decir, se alternan el gobierno dos fuerzas sociales contendientes: la izquierda progresista que no ha triunfado y la derecha que no ha sido derrotada.
La esencia del capitalismo en general y en particular del capitalismo financiero actual, es la sobre explotación de la clase trabajadora como fuente de la riqueza de la que se ha apropiado una minoría oligárquica (1%), que contrasta con la miseria extrema en la que se debate la mayoría de la población. En este sentido, sólo una verdadera revolución popular que acabe con el poder económico y político de esa minoría oligárquica, será capaz de implementar políticas (económica, agropecuaria, forestal, ambiental y educativa) que beneficien a las masas trabajadoras.
Las
experiencias mundiales y latinoamericanas prueban que una revolución
socialista, tiene posibilidades reales de triunfar, si se cumplen las siguientes condiciones: teoría revolucionaria, partido
(vanguardia) revolucionario y ejército revolucionario. Desde luego, lo anterior
no es garantía de derrotas parciales y temporales, pero que a la larga tendrán
mayores posibilidades de triunfo.
La revolución socialista es una transformación política cualitativa que implica la destrucción del viejo poder político burgués (principalmente el Estado) y su sustitución por un nuevo poder político (Estado) de la clase trabajadora triunfante, por medio del cual se implementarán las transformaciones socio-económicas en beneficio de las mayorías explotadas.
La
definición de la revolución socialista no incluye los medios, es decir, las estrategias y las tácticas de lucha políticas,
las cuales dependerán de las circunstancias concretas de la confrontación de
las fuerzas sociales contendientes (trabajadores vs oligarquía financiera).
Las experiencias de los gobiernos "izquierdistas" de América Latina confirman la validez de las tesis de Lenin, formuladas a principios del siglo pasado: la falta de una teoría tarde o temprano conduce a la catástrofe política y en forma sintética: " sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario".
Las experiencias de los gobiernos "izquierdistas" de América Latina confirman la validez de las tesis de Lenin, formuladas a principios del siglo pasado: la falta de una teoría tarde o temprano conduce a la catástrofe política y en forma sintética: " sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario".
5. Bibliografía
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China opta por el Marxismo: Xi Jinping. https://aporrea.org/autores/heinz.dieterich.
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Séptima Edición revisada. Asociación Equipo Maíz. San Salvador, El Salvador,
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Sandinista
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Programa, política y
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2018. De la contrarrevolución neoliberal a la revolución popular en México.
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